domingo, 13 de febrero de 2011

Promesas que no pueden cumplirse

La fuente, que es promesa, el mar sólo la cumple.


Luis Buñuel



Me dio mucho gusto leer la noticia de que en mi México se comenzará a legislar para poner un freno a los así llamados "productos milagro". ¿Cuántas veces, amigo lector, has visto anunciado un producto que supuestamente te hará ver más joven, o que te quitará los dolores, o que te peinará como de "salón"? ¿has caído en la tentación de comprarlo? Y si es así ¿Ha cumplido con las expectativas que tenías? ¿La publicidad del producto resultó ser realista?


Yo entiendo que la publicidad es un elemento importante para dar a conocer un producto útil. Lo que no entiendo es la falta de ética de los publicistas para recomendar productos que prometen "milagros" respecto al peso, o la talla, o la salud del posible cliente, o que aseguran un superioridad respecto a la competencia respecto a resultados en belleza, sabor, originalidad y otras características de orden subjetivo. Lo preocupante es el concepto de "milagroso" o similar, que caracteriza a productos alimenticios, saludables o medicinales que se anuncian por los medios  masivos. Ver nota: http://www.eluniversal.com.mx/primera/36334.html.


Y es que, seamos realistas, ningún producto, por bueno que sea, te hará milagros. Ningún zapato te hará bajar de peso, así lo uses hasta para dormir (sólo si lo usas para correr digamos unos 10 km al día, pero eso lo podrías hacer hasta descalzo, bajo condiciones adecuadas). Ningún suplemento alimenticio te hará adelgazar si no dejas de consumir alimentos que te engorden. Ninguna crema te hará "rejuvenecer" 20 años ni te hará verte más atractiva de lo que ya eres. Ninguna sartén cocinará por ti, o hará que tus guisos sean más sabrosos.

Así que, espero, dentro de poco tiempo, veremos en México menos productos "milagrosos" o mágicos y más productos útiles, sin promesas que no podrán cumplir, de acuerdo a una escala de valores racional y basada en resultados científicamente comprobables.

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