sábado, 31 de diciembre de 2016

Consejos para México en 2017

Toma consejo en el vino, pero decide después con agua.



Benjamin Franklin



Termina 2016, un año con muchos eventos impactantes para los mexicanos, y para el mundo entero. Esta entrada está dedicada a mis compatriotas mexicanos en especial debido a que la idiosincracia del mexicano es la que mejor conozco y pienso que los consejos que pueda dar tendrían más bases sólidas para ser tomados en cuenta.


Surge entonces la cuestión ¿Que se puede hacer frente a la ola de eventos desafortunados que nos han acaecido? ¿Cómo superar tantas malas noticias? Y sobre todo ¿Por cual empezar? Muchos podrían afirmar que las elecciones en los EE. UU. representaron el evento más impactante de 2016. Otros podrían decir que las constantes noticias que nos presentan a un Gobierno Mexicano cada vez más corrupto y menos aceptado por la sociedad a quien supuestamente representa. Otros más pueden decir que la reciente noticia de que los combustibles subirán de precio en 2017 ha sido lo más desagradable que hemos atestiguado. Y hay más: el fallecimiento de artistas famosos, la guerra en Siria, la crisis de los refugiados, la devaluación del peso mexicano, el brutal ataque que sufrió Ana Gabriela Guevara, los constantes asesinatos de ediles, estudiantes y pueblo en general, la nueva guerra cibernética, etc.


No creo que haya mejor o peor, pero comenzaré con algo que nos ha indignado en recientes fechas, es decir, el anunciado aumento a las gasolinas. He visto en las noticias que mucha gente está protestando en contra de esta medida, exigiendo la renuncia del estúpido y corrupto EPN. Otros están bloqueando gasolineras y hasta carreteras. Eso no está mal, pero debemos ser conscientes de que ninguna protesta hará que el gobierno revierta esa decisión. El PRI necesita dinero, mucho dinero para comprar a los electores del Estado de México, bastión priísta que no están dispuestos a perder... fácilmente. Ese dinero vendrá de lo que se recaude por la venta de hidrocarburos a un precio mayor, no hay mucha duda al respecto. Sin embargo, las protestas irracionales sólo lograrán que se consuma más gasolina (embotellamientos y caos vial). Lo que debiéramos hacer los mexicanos es consumir menos gasolina, en la medida de lo posible. Hay cosas que podemos hacer sin mucha dificultad, como dejar de usar nuestros vehículos para ir a la tienda cercana o al supermercado, planear utilizar más los transportes colectivos en distancias que impliquen mayor gasto de combustible en nuestro vehículo que lo que cuesta el transporte. El asunto es ¡gastar menos gasolina! Y sí, protestar pero sin estorbar, que eso le daría más dinero al gobierno, no hay que olvidarnos de esto.


Respecto a lo que se espera que suceda bajo el gobierno de Donald Trump, no olvidemos que el impacto sicológico ha sido más fuerte de lo que debiera ser el impacto económico o político. A tal grado que la sola noticia del resultado hizo que el peso se devaluara casi 20% en pocos días. De acuerdo, muchos gringos quieren tener su supremacía blanca. No quieren tener mexicanos (ni practicantes del islam) allá. Quieren tener a un estúpido ignorante, misógino y racista como presidente. Muy bien. El punto es ¿los mexicanos estaremos lamentándonos de nuestra mala fortuna? ¿Nos pondremos a llorar como niños a los que el abusivo compañero les quitó su paleta? O haremos de esta tragedia una oportunidad para sacudirnos de la influencia económica de los vecinos del norte, y hacer que el clima laboral en México sea tan atractivo que nuestros compatriotas regresen a trabajar con las mismas expectativas que tienen cuando van a trabajar "al otro lado". ¿Podremos cambiar eso? ¿Podremos deshacernos de la corrupción y de la impunidad que tanto daño hacen a nuestra sociedad? Habría que pensar y debatir esta idea de ser más independientes de la economía gringa y ser más solidarios con los connacionales que viven en la ilegalidad por aquellos lares.


Relacionado con esto último, no debemos perder de vista que el pueblo norteamericano tampoco está muy contento con el resultado de sus elecciones, al grado de que he leído que gente influyente de California (y de otro estado más que no recuerdo ahora) manifestaron el deseo de separarse de la Unión Americana. Debemos tener un plan alternativo para que, en caso de que esto suceda, apoyemos a estos nuevos estados independientes.


Algo que en lo personal me tiene preocupado es la creciente injerencia de los hackers chinos, coreanos y rusos. También de los gringos... es decir, parece que ahora la guerra se desarrolla en la deep web. Es una especie de guerra fría, pero con la intención de desestabilizar a los países enemigos, más que de establecer una supremacía nuclear o un balance de miedo. Y en el mismo tenor, me preocupa que Trump estorbe las iniciativas para el control de emisión de gases invernadero. Puede ser también que haya una ola de nuevo oscurantismo en los EE. UU. debido a las ideas de este ignorante para bloquear el avance científico y tecnológico general y orientarlo, de nuevo, a la fabricación de armas ¿Qué podemos hacer al respecto? Quizás no mucho, simplemente estar enterados y no perder el hilo de los acontecimientos que resulten de esta confrontación de inteligencias e ignorancias.


Respecto a la política en México, el futuro está bastante incierto, las aguas están revueltas, los panoramas son desalentadores. Una cosa es segura, si seguimos votando por el PRI seguiremos teniendo esto que ya había vaticinado hace algunos años: una era de oscuridad política. ¿Que opciones hay? Me gustaría darle una oportunidad a la izquierda, pero no me gustaría dejar la presidencia en manos de AMLO, otro ignorante y dogmático personaje que sólo atina a explotar los miedos y los odios de la población... en su propio beneficio. Ojalá hubiese un candidato de izquierda al estilo de Marcelo Ebrard. Mientras no no haya, quizá lo mejor sea darle el voto a Margarita Zavala. Y para las elecciones en el Estado de México, ¡a cualquiera menos al PRI!


Respecto a otros asuntos, como la violencia de género, las enormes deficiencias educativas, la batalla por las familias diversas, mi postura es que debemos reforzar el papel educativo en el seno familiar, sea el tipo de familia que sea. No dejar la responsabilidad primaria de la educación en manos de las escuelas. La educación de valores como la honestidad, la honradez, la responsabilidad, la tolerancia, la curiosidad, la solidaridad y la sana competencia debe ser impartida por quienes ejercen el papel de padres (biológicos o no biológicos) para que los críos de estas nuevas generaciones no tengan el síndrome del "inútil"


Resumiendo. Los consejos para mis compatriotas, vertidos desde esta esquina de racionalidad y pensamiento crítico, para 2017 son:



  1. Consumir menos gasolina que antes, caminar más, usar más el transporte colectivo. Cuidar la economía familiar más que nunca.
  2. Crear mejores condiciones para trabajar en México, reducir la corrupción y desarrollar ideas para eliminar la impunidad.
  3. Pensar en desarrollar un plan alternativo en caso de que algunos estados de la Unión Americana decidan separarse de ella.
  4. Estar enterados de la situación mundial y discutir entre nosotros las implicaciones internacionales de los nuevos estilos de guerra.
  5. No votar por el PRI. No caer en la fácil manipulación de las dádivas priístas a cambio de votos.
  6. Educar mejor a nuestras nuevas generaciones, en el seno familiar, sea la familia del tipo que sea.


Y añado unos consejos más. Ya una vez lo dije y lo repito ahora. Si piensas que este México puede cambiar:


  1. Cambia tú, levántate y haz algo diferente a lo que ha hecho la mayoría de la población mexicana. No te conformes con migajas.
  2. Convéncete tú de que sí es posible cambiar, contagia a otros a tu alrededor.
  3. Critica a los corruptos y a los delincuentes. Exije justicia para todos.
  4. Rechaza la corrupción y no cometas delitos.
  5. Respeta tu propia persona y respeta la vida y las propiedades de los demás.
  6. Respeta el derecho que todos tenemos a expresar lo que pensamos.
  7. En especial permite que otros opinen diferente que tú. Exige que los demás lo permitan.

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