domingo, 4 de diciembre de 2011

Escepticismo y principio de autoridad

La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad.


Sir Francis Bacon



Como ha sido mi línea de argumentación en este espacio, siempre he abordado los temas tratados con escepticismo, tratado de mantener una crítica más a las ideas que a las personas, aunque he tenido casos en los que no me ha quedado más opción que llamarle al pan, pan; al vino, vino; y a los charlatanes, charlatanes.


Para la elaboración de las entradas en este blog he formulado muchas preguntas y ha habido gente que me ha respondido con amabilidad y a veces sin ella. Con algunas personas ha habido un buen intercambio de ideas, pero a veces no se puede llegar a más, sea porque no estoy listo para realizar los pasos que a veces se me pide que siga, quizás porque en realidad no sean más que supercherías que no resisten el menor cuestionamiento. Quizás nunca se sepa.


Normalmente las personas que tienen la cabeza llena de ilusiones y de ideas fantásticas, lo cual no es cuestionable, querrán llevarlas al terreno de la realidad mediante el recorrido de dos posibles caminos básicos:


Uno es el camino difícil, el de poner a prueba las ideas, las soluciones y las conclusiones propias al escrutinio de otras ideas y formas de pensar. Ese camino es bien conocido por quienes nos dedicamos a la ciencia y a la tecnología. No nos espantan las opiniones adversas, que quizás a veces se sientan incómodas. Al final, esas ideas adversas ponen a prueba nuestra capacidad de raciocinio y de voluntad para llevar esos sueños e ilusiones a la realidad. Prueba de que esto es posible es la innumerable cantidad de ingenios que nos rodean cuyo logro es el resultado de la materialización de ilusiones e ideas fantásticas. Imaginemos la reacción de un hombre del siglo XIX si en sus manos tuviese un iPhone.


Otro es el camino fácil, que yo llamo el del "principio de autoridad", que ofrece a quien lo abraza la oportunidad de hacer "realidad" sus sueños e ilusiones mediante la imposición de una falacia y el uso de argumentos dogmáticos, impenetrables e incuestionables para refrendar el autoengaño. Quien aplica este principio presupone que por saberse, sentirse o creerse una "autoridad" en un tema dado, nadie, y lo pongo con mayúsculas, NADIE, tiene el derecho de cuestionar, dudar y menos confrontar las opiniones de su "autoridad".


Y como he dicho en otras ocasiones, el escepticismo y la ciencia no se empatan con este principio de autoridad. Afirmar que existen formas de contactar a seres extraterrestres, o de predecir el futuro del planeta sin dar más pruebas o evidencias para comprobar el hecho afirmado, y  además sintiéndose ofendido por los cuestionamientos, es totalmente fútil. Sin embargo se usa con mucha frecuencia y para mala suerte de la humanidad mucha gente cae en estos engaños. Por desgracia el pensamiento escéptico está fuera de moda, gracias al principio de autoridad y de las pseudo-ciencias que tanto agradan a la gente. Los prejuicios siempre son más placenteros que la duda.


Algunas veces la gente piensa que con obviedad uno debiera ceñirse a lo "verdadero" so pena de caer en equivocaciones desagradables. Aqui hay otra muestra del principio de autoridad ¿quien sería el autorizado para decirnos qué es lo verdadero? ¿cómo saber lo verdadero? ¿cómo saber lo obvio?


En lo personal, puedo decir que he vivido en carne propia el pago del precio de mis equivocaciones, pero la recompensa por aprender de estas equivocaciones, generadas por no haberme ceñido a lo que otros piensan como "verdadero", han sido mucho mayores que los precios. Me he equivocado varias veces, pero si pensara en ceñirme a lo verdadero no hubiera podido continuar con mi trabajo. Aun falta mucho, pues la gente sigue abrazando sus bienamados prejuicios. Cuesta derribarlos, aun entre científicos.

3 comentarios:

Javi dijo...

Hola KC, yo pienso que si algún día llegasemos a descubrir la "verdad", empezaría a ser la vida un poco aburrida, no?

Un saludo.

Pablogger dijo...

Estimado Javi

Es que en realidad no hay una verdad "única". Para cada asunto existe una verdad, y muchos de esos asuntos son subjetivos para los humanos, así que la cosa está medio jodida.

Pero lo anterior no es obstáculo para buscar esa elusiva verdad... en cada asunto que nos interese.

Un abrazo

KC

Javi dijo...

Pues si, tienes razón; entonces tenemos diversión para muuucho tiempo.

Un abrazo

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