Curiosidad: Impulso humano que oscila entre lo grosero y lo sublime. Lleva a escuchar detrás de las puertas o a descubrir América.
Desde PopSci.com
Por Laurie J. Schmidt
Traducción: KC
José María de Queiroz
Desde PopSci.com
Por Laurie J. Schmidt
Traducción: KC
A través del programa Einstein@Home, unos 250,000 curiosos ciudadanos de 192 países donan tiempo en sus computadoras de casa y oficina para ayudar a buscar a través de datos astronómicos. Ahora, por primera vez, tres de los ciudadanos científicos - Chris y Helen Colvin de Iowa y Daniel Gebhardt de Alemania - han descubierto un nuevo púlsar de radio en la constelación Vulpecula, ubicado en la Vía Láctea a unos 17,000 años luz de la Tierra .
Los púlsares son estrellas de neutrones que giran rápidamente y emiten un flujo constante de partículas electromagnéticas expulsadas desde los polos magnéticos de la estrella a la velocidad de la luz. Fueron descubiertos por primera vez en 1967 como fuentes de radio que parpadean prendiéndose y apagándose a una frecuencia constante. Los púlsares con compañeros en órbita, llamado púlsares binarios, jugaron un papel clave en la verificación de la teoría de la relatividad general de Einstein. Sin embargo, el púlsar descubierto por los Colvins y Gebhardt está solo sin ninguna estrella compañera orbitando, y los astrónomos creen que podría ser un pulsar reciclado que perdió su compañero. Esto hace que sea particularmente interesante para estudiarse, ya que el origen de los pulsares reciclados es aún desconocido.
El proyecto Einstein@Home, con sede en el Centro para la Gravitación y Cosmología de la universidad de Wisconsin y el Instituto Max Planck de Física Gravitacional, se inició en 2005 para buscar ondas gravitacionales en los datos del Interferómetro Láser del Observatorio de Ondas Gravitacionales (LIGO) en el Caltech. En marzo de 2009, el programa amplió su misión de búsqueda para buscar señales de pulsares de radio en los datos de Arecibo, el radiotelescopio más grande y más sensible del mundo. En la actualidad, alrededor de 500,000 ordenadores de voluntarios ayudan a analizar los datos de Einstein@Home (un promedio de dos ordenadores por voluntario). El hallazgo es el primer descubrimiento astronómico de un auténtico púlsar en un proyecto de voluntariado público de computación.
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"No importa qué más información podemos encontrar sobre él, este púlsar está destinado a ser sumamente interesante para comprender la física básica de estrellas de neutrones y cómo se forman", dijo James M. Cordes, profesor de astronomía en la Universidad de Cornell.
Un artículo sobre el descubrimiento fue publicado hoy en Science Express.
Imagen: Los púlsares en la Vía Láctea El software Einstein@Home muestra los pulsares de color morado.
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