sábado, 10 de mayo de 2008

¡Por mi madre, Bohemios!

Que es dulzura vertida en mi amargura, y en esta noche de mi vida... ¡Estrella!

El bohemio no calló, sino que siguió hablando. Es más, siguió preguntando (que es lo mejor que sabe hacer), pues en este 10 de mayo, mexicanísimo día de las madres, el autor de esta entrada presume de tener mucha madre. Y sus preguntas se orientaron hacia su progenitora, anciana de 85 años que responde al nombre de Amparo Ubilla Llerena.


Así que decidimos hacer una entrevista con el tema maternidad, para poner en esta red de redes la opinión de una madre, en su día, sobre la maternidad y otros asuntos.

¿Me puedes dar tus datos generales?
Tengo 85 años, nací en la Cd. de México en 1923, me casé en 1947, tuve a mi primer y único hijo a los 33 años y enviudé en 1997, el año en que hubiese celebrado mis bodas de oro.


¿Que logros has tenido en la vida?
Muchos. He hecho muchas cosas, comencé a trabajar desde los 15 años en Liverpool y en el Palacio de Hierro. Bordé. Aprendí a a bordar en máquina. Bordé escudos nacionales, figuras de vírgenes y santos que luego se ponían en estandartes, muchas cosas.


¿Durante cuantos años bordaste?
Más o menos unos 30 años, pero también tejí con agujas, y con gancho. Pinté al óleo, hice marquetería en madera, y también repostería.


¿Cuantos hijos tuviste y cuántos querías tener?
Sólo tuve un hijo, el que me está entrevistando, pero hubiera querido tener siete, cuatro hombres y tres mujeres.


¿Por qué sólo uno?
Porque Dios así lo quiso.


¿Eres creyente?
Toda mi vida, y seguiré siendo creyente y teniendo fe en Dios, en la Virgen, en los Santos y las ánimas del purgatorio.


¿Que piensas de que tu hijo no es creyente?
Me da tristeza porque le inculqué mis creencias y mi fe. Porque yo quisiera que él pensara como yo y que tuviera la fe que tengo yo. Pienso que se dice ateo por llevarme la contraria.

¿Por que crees que te lleva la contraria?
Por rebelde y consejos inhumanos de otras gentes.


¿Piensas que tu hijo se deja influenciar por otras personas?
En realidad no lo creo, pero me es más fácil entender eso que pensar que es él el que decidió cambiar su doctrina. Yo lo respeto, porque en mis creencias existe el respeto. Si no llega a cambiar sus creencias pues ya ni modo. Pero mi hijo así como está, ateo, viejo, canoso pero todavía fuerte, es un hijo bueno, porque se ha ocupado de mi. Me trajo junto a él después de que enviudé.


¿Cómo fue tu embarazo?
Perfecto, fui muy cuidada, alimentada, vitaminada, sin hacer esfuerzos. Toda mi familia me ayudó.


¿Que es para ti la maternidad?
La bendición de Dios, un premio de Dios.


¿Cómo te has sentido como mamá?
A todo dar. Fui enérgica, en un tiempo, exigente y rigurosa. Pero luego ya no fui porque mi hijo ya sabía lo que le convenía.


¿Que consejo le das a las mamás modernas?
Que amen a sus hijos, incluso siendo exigentes con ellos se les demuestra el cariño. El amor de una madre es sagrado, es único. El amor no es dinero, más bien son sentimientos del corazón. Lo que quiere decir que el dinero es fuente de odios, envidias, ambiciones incorrectas.


¿No te volverías a casar?
No, fui mujer de un sólo hombre. La memoria de mi esposo está en mi y nunca se va a acabar mi amor por él.


¿Entonces pierdo ya las esperanzas de tener un hermanito?
Mira hijito, vete al cuerno.
(Sonoras carcajadas de ambos)

¿Tienes miedo a morir?
No, porque mi misión está cumplida.
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¿Que se puede sacar en claro de esta entrevista? Desde mi punto de vista dos cosas son claras e importantes.

Una es el concepto de maternidad de una mujer que fue educada con los estándares mexicanos de inicios del siglo pasado: abnegación, religión, fidelidad, etc. Pero también con una dosis de autosuficiencia, de sentido de éxito en la vida y de satisfacción por lo logrado.

El otro aspecto es el de respeto mutuo, entre dos personas que las une un amor filial pero que piensan diferente respecto a ciertos temas como religión y fe. El respeto mutuo es la clave, pero también el no tomarse las cosas demasiado en serio.

¡Feliz día de las madres!




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