Para mucha gente que no está en contacto directo con la investigación científica o el desarrollo tecnológico, existen confusiones sobre lo que son estos dos campos de la actividad humana. Los "inventos novedosos y útiles" al estilo de los automóviles, la televisión, la computadora personal, la comunicación inalámbrica, etc. no son descubrimientos científicos, son obra del desarrollo tecnológico.
Cuando se afirma que "El desarrollo tecnológico depende de la investigación científica", si bien es cierto que en muchos casos así es, eso no quiere decir que sea un proceso integrado, es decir, que el mismo grupo de personas que desarrolla una teoría científica sea el mismo que desarrolla las miríada de aplicaciones tecnológicas que de ella se desprenden.
Incluso cuando un descubrimiento científico es divulgado (por ejemplo, la teoría de la relatividad), un ejército de científicos y tecnólogos se lanzan a la tarea de diseñar experimentos prácticos para comprobar las predicciones de esos descubrimientos. En este proceso de intentar comprobar las teorías de moda, usualmente se fuerza el ingenio de muchos grupos de investigación para desarrollar artefactos, instalaciones e instrumentos destinados a poner en la práctica dichas predicciones. Aquí el desarrollo de técnicas es muy importante.
En casi la totalidad de los casos en los que un desarrollo tecnológico se basa en o parte de un descubrimiento científico, se trata de actividades inconexas (al menos hablando de quienes los desarrollan y no de los principios que les sustenta).
Un descubrimiento científico NO se patenta, aunque se divulga. Un desarrollo tecnológico sí se patenta, pero no se divulga, a excepción de aquellos que están orientados a obras de altruismo o sociales. Incluso un D.T. puede no patentarse y conservarse como secreto industrial, aunque su explotación comercial y masiva nos lo traiga a la puerta de nuestros hogares.
He sido testigo del desarrollo de cientos de aplicaciones tecnológicas, en el campo nuclear (energía y física), en el campo de las aplicaciones médicas, en el campo de la energía eléctrica, en el campo de la tecnología de materiales. Pero he nunca he sido testigo presencial de un descubrimiento científico. De éstos últimos me entero por otros medios (usualmente revistas especializadas confiables o congresos).
Los miles de desarrollos tecnológicos que se pueden ver a diario se basan en pocos descubrimientos científicos. ¿La razón? El avance en las descripciones científicas de la realidad es mucho más lento que el de desarrollos tecnológicos.
En cierta época del desarrollo tecnológico e industrial, los inventores solían ser personajes solitarios, autodidactas o en ocasiones acompañados de un séquito pequeño de ayudantes. En la actualidad los desarrollos tecnológicos son el producto del trabajo interdisciplinario de equipos de investigadores y tecnólogos, auspiciados tanto por instituciones gubernamentales especializadas como por empresas privadas.
Cuando se afirma que "El desarrollo tecnológico depende de la investigación científica", si bien es cierto que en muchos casos así es, eso no quiere decir que sea un proceso integrado, es decir, que el mismo grupo de personas que desarrolla una teoría científica sea el mismo que desarrolla las miríada de aplicaciones tecnológicas que de ella se desprenden.
Incluso cuando un descubrimiento científico es divulgado (por ejemplo, la teoría de la relatividad), un ejército de científicos y tecnólogos se lanzan a la tarea de diseñar experimentos prácticos para comprobar las predicciones de esos descubrimientos. En este proceso de intentar comprobar las teorías de moda, usualmente se fuerza el ingenio de muchos grupos de investigación para desarrollar artefactos, instalaciones e instrumentos destinados a poner en la práctica dichas predicciones. Aquí el desarrollo de técnicas es muy importante.
En casi la totalidad de los casos en los que un desarrollo tecnológico se basa en o parte de un descubrimiento científico, se trata de actividades inconexas (al menos hablando de quienes los desarrollan y no de los principios que les sustenta).
Un descubrimiento científico NO se patenta, aunque se divulga. Un desarrollo tecnológico sí se patenta, pero no se divulga, a excepción de aquellos que están orientados a obras de altruismo o sociales. Incluso un D.T. puede no patentarse y conservarse como secreto industrial, aunque su explotación comercial y masiva nos lo traiga a la puerta de nuestros hogares.
He sido testigo del desarrollo de cientos de aplicaciones tecnológicas, en el campo nuclear (energía y física), en el campo de las aplicaciones médicas, en el campo de la energía eléctrica, en el campo de la tecnología de materiales. Pero he nunca he sido testigo presencial de un descubrimiento científico. De éstos últimos me entero por otros medios (usualmente revistas especializadas confiables o congresos).
Los miles de desarrollos tecnológicos que se pueden ver a diario se basan en pocos descubrimientos científicos. ¿La razón? El avance en las descripciones científicas de la realidad es mucho más lento que el de desarrollos tecnológicos.
En cierta época del desarrollo tecnológico e industrial, los inventores solían ser personajes solitarios, autodidactas o en ocasiones acompañados de un séquito pequeño de ayudantes. En la actualidad los desarrollos tecnológicos son el producto del trabajo interdisciplinario de equipos de investigadores y tecnólogos, auspiciados tanto por instituciones gubernamentales especializadas como por empresas privadas.
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Fotografía: Efecto Cerenkov en el Reactor Triga Mark III, Centro Nuclear, ININ, México.
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