En política hay que sanar los males, jamás vengarlos.
(Actualización: Para ver la recientemente difundida foto de Diego plagiado, acceder al siguiente enlace http://ahuramazdah.blogspot.com/2010/05/noticias-sobre-el-plagio-del-jefe-diego.html).
Napoleón I
(Actualización: Para ver la recientemente difundida foto de Diego plagiado, acceder al siguiente enlace http://ahuramazdah.blogspot.com/2010/05/noticias-sobre-el-plagio-del-jefe-diego.html).
Un poco tarde me he enterado de la noticia de la desaparición de Diego Fernández de Cevallos. Y es que casi no veo la TV comercial, pero supe que desde el sábado 15 de mayo, hacia el medio día, algunos noticieros televisivos ya anunciaban el posible secuestro del "Jefe" Diego. Me enteré porque recibí un correo electrónico ese día a eso de las 20:00h cuyo título es "Primer secuestro Político", que sin mencionar que se trataba de Don Diego, medio opinaba sobre el suceso.
Comentaré sobre la serie de notas periodísticas que han surgido en torno a este lamentable hecho y regresaré al mensaje antes citado para comentar lo mal que los ciudadanos mexicanos estamos en política. Aclaro que parte de mi reseña está basada en lo que Joaquín López Dóriga mencionó en el noticiero de la noche de ayer. Otras fuentes se refieren puntualmente, como es la costumbre en este espacio.
En el citado noticiero, López Dóriga mencionaba que en la noche del viernes, después de las 23:00 horas, Diego fernández de Cevallos había sido interceptado por un comando armado justo antes de que su camioneta ingresara a su rancho “La Cabaña” de Querétaro, en el municipio de Pedro Escobedo. Mencionó que horas después, personal a su servicio encontró la camioneta que conducía, con la puerta abierta y rastros de violencia. También mencionó que la evidencia hacía suponer que Fernández de Cevallos se habría resistido al supuesto secuestro y que habían corrido versiones periodísticas acerca de que habría muerto y que su cuerpo se había encontrado en un campo militar de Queretaro. Para descargo de su responsabilidad informativa, López Dóriga comunicó que la versión oficial de la PGR es que no aún había rastros del Jefe Diego, ni vivo ni muerto, desmintiendo las versiones que, se dijo, habían cieculado por medios electrónicos.
Una de estas pifias noticiosas la dió el propio Manuel Espino, quien desde Twitter escribió "Me dicen que en efecto (Diego Fernández de Cevallos) está muerto y que su cuerpo fue encontrado en un campo militar de Qro". Después se desmintió diciendo que esta información no estaba confirmada: "Solo la puede confirmar el Ministerio Publico, les comparto lo que me dicen amigos q han hablado con algún familiar de DFC (sic)". Para desfortuna de México, esas pifias corren como la espuma.
Incluso se llegó a decir que el Jefe Diego se encontraba vivo pero herido, y que había sido hospitalizado: "De acuerdo a reportes radiofónicos y a Carmen Aristegui en MVS Noticias, se informa que Diego Fernández de Cevallos se encuentra vivo, pero herido de bala y se encuentra en un hospital de Querétaro". Sin embargo en el cuerpo de esta nota se aclara que "la Procuraduría General de la República reitera que el abogado sigue desaparecido".
Comento lo anterior como parte del esquema de mentiras que los medios pueden manejar en torno a un hecho. Y el hecho es que sólo se tiene la camioneta que manejaba el Jefe Diego (sólo, sin escolta), encontrada abandonada en las cercanías de su rancho y en la cual había rastros de sangre.
Todo apunta a que, en efecto, el Jefe Diego fue interceptado y secuestrado. Quizás mediante el uso de violencia. Sin embargo no se puede decir mucho sobre los posibles autores del secuestro ni del motivo, aunque se manejan dos posibles hipótesis: Una con tintes políticos (como una venganza o ajuste de cuentas entre personajes de la política) y la otra como parte de las amenazas que se candidatos del PAN han recibido, que incluso han llegado hasta el nivel de asesinato (tal es el caso del candidato a la alcaldía de Valle Hermoso, Tamaulipas).
De acualquier forma, tales actos son reprobables. Son cobardes acciones que por desgracia se dan cada vez más en nuestro México. Pero lo más lamentable es la reacción de la gente como la que tuvo la persona que envió el mensaje original, el cual puede leerse aquí: http://documentosdeahuramazdah.wordpress.com/2010/05/16/primer-secuestro-politico/. Reproduzco parte de este mensaje:
La verdad la verdad dan ganas que secuestren a todos los políticos (especialmente la camara de senadores y diputados).
Como diría Don Nico…..con 200 de mis hombres de aquellos tiempos, y una soga de 6 metros, arreglo el país, empezando con los Senadores y terminando con los diputados….de todos los estados!
Y yo me pregunto ¿que se ganaría si secuestran a todos los diputados y senadores? ¿Qué se obtendría si todos los senadores y diputados fuesen colgados, como sugiere el autor del mensaje? Por lo pronto habría nuevas elecciones y... que creen mis estimados lectores ¡Nuevamente esos puestos serían ocupados por políticos mexicanos! Y mi adivinanza educada es que TODO seguiría igual.
Y eso vaticino basado en que el problema (que se desea resolver de manera tan drástica) no es de "unos cuantos" políticos, sino de la sociedad en su conjunto. Es un problema de valores, de educación, de respeto hacia lo ajeno, hacia lo diverso, hacia la opinión diferente. El deleznable comportamiento de algunos de nuestros políticos no es sino el reflejo del comportamiento de la sociedad.
El Jefe Diego, ex candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de 1994, ha sido un personaje polémico. Como buen abogado litigante, fue el mejor en el debate entre los tres candidatos de esas elecciones (los otros fueron Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas). En ese debate fué el más hábil, el más correcto, el más contundente. En dos palabras "el ganador". Pero el voto no le fue favorable. Sus habilidades de litigante no le bastaron para convencer al electorado.
Sin embargo ha estado presente en la política nacional. Fernández de Cevallos ha sido diputado federal y senador de la República. Asimismo, ha sido un personaje polémico en los últimos meses porque ha ganado litigios millonarios y porque ha sido un crítico a la dirigencia de César Nava en el PAN. Diego Fernández es una persona muy cercana al actual secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en Acción Nacional.
Desde la tribuna pública, se le ha fustigado por haber amasado una buena fortuna y por tener una novia mucho más joven que él (ver foto al pié de esta nota). Dentro del inconsciente nacional, no se le perdona que sea exitoso, que sea bueno en lo que hace, y sobre todo que aun tenga "pegue" con jovencitas. Esto es típico de la hipócrita moral de la sociedad que le critica. Un ejemplo de esta hipocresía es parte de otro mensaje del mismo autor del correo que he citado. Así dice esta persona:
Pero....ya vieron "la cabañita" que tenía? y el pueblo tratando de llegar con las cuentas al fin de mes. O hambreando.
Esta es una de las cosas que más me indigna de mi propio pueblo, que en vez de procurar que la riqueza se genere (y por ende se distribuya) en forma generalizada, nos regodeamos en la crítica estéril y paralizante. Acudimos a los sentimientos de envidia y resentimiento para criticar a nuestros políticos como si fuesen de otro planeta. Pero difícilmente acudimos a otros sentimientos como el de vergüenza por lo que, como sociedad, hemos generado.
Mejor sería que en vez de acudir a esos sentimientos desmoralizantes acudiésemos al llamado de la fortaleza, del ingenio y de la capacidad de los mexicanos para producir más de lo que producimos, para generar más de lo que generamos y dejarnos de fomentar el síndrome del "cangrejo nacional".
En cuanto al infortunio de la familia Cervantes de Ceballos, la opinión de la casa es que debemos reprobar este tipo de actos violentos que sólo desestabilizan al país, polarizando a la sociedad y mostrando lo más bajo de los métodos de presión.
Imagen de entrada desde la Crónica.
Actualización (17 de mayo de 2010):
Me llamó la atención de lo que opina la afamada periodista Lidya Cacho, acerca de la abducción del Jefe Diego, en su columna de El Universal:
Es mi opinión personal, desear la muerte o celebrar el sufrimiento ajeno es tan dañino para nosotros como para quien sufre, y que nutrir el odio es una mala manera de manejar el miedo y el enojo.
Y aunque en el artículo revela las controversias en las que ha incurrido Diego Fernández de Cevallos, además de justificar un poco la reacción de la gente en torno a regocijarse con la desgracia de este personaje, la verdad es que se reconoce la nobleza de Lidya al ser racional y sensata en estos momentos de zozobra para la familia Fernández de Cevallos.
Actualización (21 de mayo de 2010):
Se comienza a revelar la intención de los captores de Diego Fernández de Cevallos. Ayer se difundió por medios electrónicos una fotografía del "Jefe Diego" que puede verse en esta entrada: http://ahuramazdah.blogspot.com/2010/05/noticias-sobre-el-plagio-del-jefe-diego.html
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