No hay nada más raro en el mundo que una persona a la que siempre podamos tolerar.
Giacomo Leopardi
Hace cosa de un par de semanas, publiqué la entrada sobre las patinadas de un ex astronauta. Como resultado de mi opinión, uno de los distinguidos ciudadanos de Higadolandia, el venerable Adolfo Gandín, salió con otra patinada llena de ataques personales hacia el autor de este blog. Su desgarradora respuesta puede verse aquí.
Pues nada, que en su mensaje muestra que no le gusta que se haya opinado sobre las patinadas declaraciones de Edgar Mitchell. Eso no es problema, ni tampoco la serie de malos adjetivos que siempre usa. Lo que me surge como duda es ¿Cual es su problema con los cuestionamientos y las opiniones diferentes? En realidad no lo entiendo bien.
Lo que sí entiendo es la característica peligrosa de los cuestionamientos escépticos. Cuando uno pregunta sobre las evidencias de lo que se dice, no debería haber incomodidad en quienes afirman lo cuestionado. Eso haría que todos saliésemos beneficiados en un debate enriquecedor.
Pero entonces ¿Por qué hay personas que se sienten tan incómodas cuando se duda de sus palabras? Y pienso que puede haber varias razones:
Pues nada, que en su mensaje muestra que no le gusta que se haya opinado sobre las patinadas declaraciones de Edgar Mitchell. Eso no es problema, ni tampoco la serie de malos adjetivos que siempre usa. Lo que me surge como duda es ¿Cual es su problema con los cuestionamientos y las opiniones diferentes? En realidad no lo entiendo bien.
Lo que sí entiendo es la característica peligrosa de los cuestionamientos escépticos. Cuando uno pregunta sobre las evidencias de lo que se dice, no debería haber incomodidad en quienes afirman lo cuestionado. Eso haría que todos saliésemos beneficiados en un debate enriquecedor.
Pero entonces ¿Por qué hay personas que se sienten tan incómodas cuando se duda de sus palabras? Y pienso que puede haber varias razones:
- Lo que se dice es falso y quien lo dice sabe que es falso, pero se desea ocultar por intereses diversos. Esta razón haría que la reacción de quien afirma esas falsedades sea no sólo abstenerse de mostrar evidencias, sino de atacar al cuestionador mediante argumentos ad hominem.
- Lo que se dice está basado en la fe y la persona que lo afirma cree fervientemente en lo que dice. En este caso la fe no necesita de evidencias, o quizás las evidencias se vean en cualquier cosa que sustente la fe de quien afirma, por lo que un cuestionador de esas afirmaciones podría poner en riesgo los fundamentos de su fe. La reacción ante un cuestionamiento sería seguir acudiendo a argumentos de fe en vez de mostrar evidencias.
- Lo que se dice es una repetición de lo que ha dicho alguien importante o encumbrado. En este caso la admiración de quien afirma esas cosas podría verse minada ante los cuestionamientos. Y muchas veces no deseamos dejar de tener iconos en personas, por muy erradas que estén (ejemplo, los seguidores de personajes nefastos como Adolfo Hitler, Idi Amin, Stalin, etc.)
- Lo que se dice es parte de las hipótesis personales de quien lo afirma. En este caso, un cuestionamiento podría poner en peligro la imagen y el prestigio de quien afirma. Esto se da principalmente entre gente que tiene cierta posición y que por exceso de confianza afirman cosas que pueden cuestionarse con facilidad.
Puede haber otras causas. No es una lista exhaustiva. Pero el citarla puede hacer que quienes en realidad desean investigar eviten caer en ellas.
Por otro lado, don Adolfo Gandín, honorable ciudadano de Higadolandia, insiste en iniciar una campaña para corregir a los escépticos (o con más propiedad, a los que no piensan igual a él). Curioso es cómo lo hace. Dice que lo que se nos debe enseñar es a ser OBJETIVOS, PROFESIONALES, SERIOS, RESPETUOSOS. Y como dice la gente, anda dando clases de moral con la verga de fuera (disculpen ustedes la palabrota, pero así dice el dicho).
¿Cual de las cuatro es la que le obliga a este venerable señor a soltar tanta bilis? No lo sé a ciencia cierta, pero quizás sea una combinación de las cuatro, aunque dudo seriamente que sea la segunda.
A otro detractor de este tipo de cuestionamientos (a quien aun no le damos la ciudadanía Hidadolandae honoris causa) tampoco le gustó mis opiniones, y se soltó con una diatriba digna de un dictador. Su animosa intervención puede verse aquí. De ahí extraigo tres interesantes frases:
Otros mensajes de este compañero pueden verse aquí y aquí.
Bueno, no he tomado como insulto sus palabras, pero por supuesto las desvirtué sobre la base de lo poco que leyó y lo nulo que es su conocimiento sobre mi persona (y por ende, sobre mi niñez). ¿Cómo alguien con tan pocas herramientas se suelta diciendo tanta incoherencia? Así es la reacción de algunas personas cuando leen a un escéptico.
A mí ya se me hizo costumbre.
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Por otro lado, don Adolfo Gandín, honorable ciudadano de Higadolandia, insiste en iniciar una campaña para corregir a los escépticos (o con más propiedad, a los que no piensan igual a él). Curioso es cómo lo hace. Dice que lo que se nos debe enseñar es a ser OBJETIVOS, PROFESIONALES, SERIOS, RESPETUOSOS. Y como dice la gente, anda dando clases de moral con la verga de fuera (disculpen ustedes la palabrota, pero así dice el dicho).
¿Cual de las cuatro es la que le obliga a este venerable señor a soltar tanta bilis? No lo sé a ciencia cierta, pero quizás sea una combinación de las cuatro, aunque dudo seriamente que sea la segunda.
A otro detractor de este tipo de cuestionamientos (a quien aun no le damos la ciudadanía Hidadolandae honoris causa) tampoco le gustó mis opiniones, y se soltó con una diatriba digna de un dictador. Su animosa intervención puede verse aquí. De ahí extraigo tres interesantes frases:
- Sigues teniendo ese problema que padeces desde la niñez: Le rindes culto a la Ignorancia y quieres Juzgar desde tus torpes prejuicios atávicos, que te interpenetran desde el torpe andamiaje de tus apegos a la mediocridad de la realidad que te cohabita...
- Esto es un análisis de tu frustrada y patética conducta, no lo vayas a tomar como insulto...
- ...vive feliz la inmortalidad que brinda el Gran Dios en sus diversos paraísos, de los que desde ya estás excluido. Negra, para tí, será tu suerte, como ya lo es, por escéptico.
Otros mensajes de este compañero pueden verse aquí y aquí.
Bueno, no he tomado como insulto sus palabras, pero por supuesto las desvirtué sobre la base de lo poco que leyó y lo nulo que es su conocimiento sobre mi persona (y por ende, sobre mi niñez). ¿Cómo alguien con tan pocas herramientas se suelta diciendo tanta incoherencia? Así es la reacción de algunas personas cuando leen a un escéptico.
A mí ya se me hizo costumbre.
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11 comentarios:
Hay un quinto motivo:
5. El que habla es un ignorante, desconocedor del método científico y lector de revistas del corazón.
Un saludo, compañero en la lucha contra las supercherías.
Añado un par más:
6. Se dice de mala manera, en forma altanera, o irrespetuosa para con la formación del que escucha, incluso tal vez con excesos de ironía.
7. Lo que se dice es tan complejo, abstruso y falto de humor, de referencias cotidianas, de empatía que genera hostilidad.
Por favor notar que estos dos motivos son nuestra responsabilidad (o sea de los escépticos)
Antes que nada, aunque he eliminado el comentario del "Rey Hidrógeno" esto no quiere decir que no se pueda ver.
No es censura, todos pueden ver su comentario íntegro en la siguiente liga:
http://ahuramazdah.typepad.com/mensajes_cortos_y_frases/2009/05/rey-hidr%C3%B3geno.htmlLo que pasa es que es demasiado largo para un comentario y en realidad es un copy & paste de un correo que anda circulando por la red.
Lo comentaré em una entrada especial
Saludos
Para Eugenio.
Si, es cierto, es una causa válida. También se incluyen los adoradores de Maussán y compañía.
Para el Sr. Cincuentón.
Sí, también es cierto. En gran medida estos motivos que mencionas son causantes de desagrado, aunque no son exclusivos de los escépticos. Remito el pleito que traemos el Sr. Gandín y tu segruro servidor, en el que en su inicio él se comportó exactamente de esa manera. Añado que también tiene un pésimo manejo de la redacción.
Saludos
Hola Keith,
En efecto camarada, fue un copiar/pegar y esta re-largo para calificar como comentario, PERO como no se habia comentado aun nada... Dos veces correcto, lo recibi en un emal, en verdad nos interesa saber que opinas de TODO este tema, pues leo que en este Blog si hay consistencia de ideas.
Saludos.
Le ha gustado tanto el verbo detentar que lo uliliza a cada rato y lo utiliza mal (sirvase consultar diccionario de la Real Academia Española). Segunda recomendación,lease: quién es el el que no puede sostener un debate serio y se va por la tangente agraviando? Por último, veamos el lado positivo del asunto, no pueden dejar de leer Ahuramazdah, posiblemente sin los escépticos tendrían una vida muy aburrida.
Saludos Kid Cool, siempre desde la esquina azul.
Gracias por tu comentario Malena.
En efecto, el manejo del castellano NO es su fuerte.
Saludos desde la siempre azul esquina
jaj! me encantó y está muy bien. La esquina siempre es azul, pero uno no siempre está en ella.
Los escépticos hacemos que la gente desconfíe de sus mitos. Por eso les resultamos incómodos; muchas personas son muy comodinas con su esquema y no les gusta que se tambalee por mas absurdo que sea éste.
Es de aquellos que desean cambiar el mundo adoctrinando y evangelizando SU pensamiento como único y verdadero, y ,como ya han comentado, lo único que puede hacer a falta de contrargumentos es aventar frases -a parte de presuntuosas con un lenguaje muy barroco- ataques personales.
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