El panel solar del Phoenix Mars Lander y su brazo robótico en una imagen tomada el pasado 10 de junio de 2008
Desde el NYTimes
Por Kenneth Chang
Traducción: KC
Los directores de la misión dijeron el lunes que no habían escuchado de la nave espacial de la NASA durante una semana y que pensaban que probablemente había callado para siempre.
"En este momento, estamos bastante convencidos de que el vehículo ya no está disponible para que lo utilicemos", dijo Barry Goldstein, director del proyecto. "Estamos realmente cesanso operaciones, declarando un fin a las operaciones de la misión en este momento".
Con la llegada del invierno y la disminución de la energía generada por los paneles solares de la Phoenix, los directores sabían que la nave sucumbiría pronto, pero tenían la esperanza de exprimir unas pocas semanas más de datos meteorológicos.
Sin embargo, en octubre 27, justo después de que la Phoenix terminase su último gran experimento de análisis de suelo marciano, una inesperada tormenta de polvo la golpeó. Las pilas, ya de por sí bajas para la realización de la prueba, se quedó sin energía.
La nave espacial se puso a sí misma en "modo seguro" de bajo consumo de energía y entonces cayó en silencio. Se revivió a sí misma el 30 de octubre, pero, con los remolinos de polvo aún presentes nunca fue capaz de recargar totalmente sus baterías. Cada día, los paneles solares generaron suficiente electricidad para que la nave espacial despertara, pero luego agotaba las pilas de nuevo.
La última comunicación se produjo el 2 de noviembre. El Sr. Goldstein dijo que la nave espacial en órbita seguirá escuchando algunas semanas más con la débil esperanza de que la Phoenix desafíe sus expectativas.
El Phoenix aterrizó en mayo para examinar el norte de las llanuras árticas marcianas, y la misión de $428 millones, originalmente programada para durar tres meses, fue prorrogada dos veces
"Estoy muy emocionado de lo que hemos sido capaces de hacer aquí", dijo Peter H. Smith de la Universidad de Arizona, el investigador principal de la misión. La nave espacial ha realizado la totalidad de sus principales objetivos, pero algunos temas científicos siguen estando inconclusos. El suelo marciano resultó ser extremadamente pedregoso, y en la nave espacial había recurrentes problemas para conseguir las muestras a través de rejillas hacia el laboratorio integrado a ella.
El Dr. Smith admitió estar decepcionado debido a que una muestra de una de las trincheras que la Phoenix había excavado nunca fue analizada con éxito. "La llevamos por todo el camino hasta el instrumento, e incluso intentamos empujarla hacia la probeta", dijo el Dr. Smith. "Pero no pudo continuar su camino"
Sin embargo el doctor Smith destacó lo que la Phoenix descubrió. Se confirmó la existencia de una capa de hielo no muy por debajo de la superficie. Encontró algunos carbonatos y arcillas, que sugieren que el agua líquida pudo haber estar presente durante los últimos milenios. Encontró que el suelo ártico es alcalino, y no ácido como se ha observado en otras partes de Marte. También descubrió percloratos, una clase de productos químicos que, en altas concentraciones, puede ser tóxico para la vida, pero que también puede servir como una fuente de alimento para algunos microbios. La nave tomó 25,000 fotografías, incluyendo panorámicas de aterrizaje e imágenes microscópicas de partículas de polvo.
"Es realmente un despertar al estilo irlandés, y no un funeral lo que estamos esperando con interés", dijo Douglas McCuiston, director del Programa de Exploración de Marte en los cuarteles de la NASA. "La NASA obtuvo lo que quería de esta misión".
Los datos aún pueden revelar la presencia de moléculas con base de carbono, que podrían ser los bloques de construcción para la vida, dijo el doctor Smith, y que la región pueda, al menos de vez en cuando, ser adecuada para la vida. La Phoenix no fue diseñada para buscar directamente signos de vida. El Dr Smith dijo que los científicos han comenzado a escribir los artículos científicos que describen sus conclusiones.
En los próximos meses, cuando la luz del sol desaparezca en su totalidad en el norte de las llanuras, las temperaturas caerán de menos 150 a menos 185 grados Centígrados, y la Phoenix se cubrirá de un revestimiento de hielo de dióxido de carbono. Cuando regrese la primavera, la NASA planea intentar reactivar la Phoenix de nuevo, pero la expectativa es que la electrónica de la nave espacial no sobrevivirá a la larga y profunda congelación.
Ver más entradas sobre la nave Phoenix.
Imagen tomada desde http://phoenix.lpl.arizona.edu/images.php?gID=0&cID=157
1 comentario:
Es una lástima. Maussan debe estar sufriendo horrores.
Publicar un comentario