domingo, 27 de enero de 2008

Información basura e información veraz

En la actualidad abunda tanta información basura en internet que mi estimación educada es que por cada cosa verdadera que se publica por internet (sitios, páginas, foros, correo electrónico, etc.), se publican 100 mentiras, verdades a medias, datos reales pero tendenciosos, y otras linduras.

Esto se debe en primer lugar a la "facilidad" con la que se puede hacer. Por lo menos en un periódico las notas pasan por una revisión editorial (que puede ser tendenciosa, lo sé), y lo mismo sucede con lo que se publica en revistas especializadas y en libros. Por esta poderosa razón, uno debe ser cauteloso para tomar las cosas publicadas como ciertas.

En segundo lugar pondría los intereses de personas mal intencionadas combinada con la ignorancia de personas bien intencionadas. Incluso un descubrimiento "científico" puede ser mal interpretado y llevarnos a conclusiones erróneas si no pasa por el tamiz de la razón y del método científico (como ejemplo cito lo que en la década del 90 se conoció como "fusión fría").

Los artículos de fe son asunto aparte, pues la fe es individual, es una decisión que cada quien toma. Cada persona escoge el objeto de su fe. Incluso los valores morales son tan variables (con la ubicación geográfica, por ejemplo), que lo que es bueno para alguien es deleznable para otra persona que vive en una zona diferente (por ejemplo los valores de los fundamentalistas islámicos).

Por ello es importante diferenciar la actitud incrédula de la escéptica. Cuando un científico explica el efecto túnel, las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, y la teoría de la relatividad, puede haber incrédulos que duden de su veracidad.

En efecto, suena increíble que el tiempo se expanda o se contraiga dependiendo de la velocidad (relativa) con la que uno se mueve. Suena increíble que una partícula dentro de un pozo pueda atravesarlo aunque no tenga la energía suficiente para salir de él. Suena increíble que exista una fuerza que nunca podremos "sentir" pero que su existencia, al parecer, es la que establece el equilibrio energético de todo el universo conocido (la fuerza nuclear débil).

Sin embargo, cualquier persona (y enfatizo el "cualquier"), armada con un poco de paciencia, puede llegar a las mismas conclusiones científicas mediante la aplicación de razonamientos, experimentos, métodos y otros procedimientos al alcance de "cualquiera". Luego entonces la incredulidad se basa, entre otras cosas, en la necedad, en la falta de voluntad y en la ignorancia.

El escepticismo, por el contrario se basa en el conocimiento, en la razón, en la apertura a nuevas evidencias, en la duda razonable y en la confrontación de ideas y no de personas o de posturas. Un escéptico puede escuchar a un antropólogo explicar las pruebas que apoyan la teoría de la Eva mitocondrial y aun así dudar de su existencia. Posteriormente llevar sus propias investigaciones, razonamientos e incluso experimentos para probar la no existencia de la Eva-M o convencerse de mutuo propio de que sí existió.

Un incrédulo adoptará la postura contraria a cualquier asunto y negará por sistema todo lo afirmado, aunque se muestren las evidencias. Pero su postura se basa siempre en la necedad, en la intolerancia, en la falta de flexibilidad y en la falta de análisis serio de sus propias afirmaciones.


Una forma útil de saber si la información es verídica consiste en tratar de corroborar la fuente y cruzar la información, es decir, buscar otras referencias del mismo tema. Existen fuentes serias, prestigiosas y confiables, pero aun éstas pueden ser sujetas de errores. Una fuente confiable siempre citará sus referencias, las cuales siempre estarán disponibles al lector.

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