En cierta ocasión, discutía con Marcelo Silva sobre el escepticismo. Decía Marcelo que el escepticismo verdadero sólo lo ejercen los prácticos y no los teóricos, y así se expresó:
Creo que el pensamiento crítico y el escepticismo no han ayudado un paso en la evolución de la ciencia. De ninguna.
Si te fijas bien en el desarrollo histórico de toda la ciencia, verás que ésta avanza por los PRÁCTICOS, a pesar de los teóricos, a pesar de los dogmas, a pesar de las corrientes de criterios imperantes.
El escepticismo verdadero no es el de los teóricos, sino el de los prácticos, que ante una duda se empeñan en llegar hasta el final de una investigación para poder determinar lo que es y lo que no, lo que vale y lo que no vale, lo cierto de lo falso.
Más que pensamiento crítico y escepticismo, lo que ha de usarse en favor de la ciencia, en la búsqueda de la verdad en cualquier área que se investigue, es el sentido común.
Ante estas afirmaciones yo respondí lo siguiente:
Yo pienso que es al contrario. Que el pensamiento crítico y el escepticismo han sido los pilares de la investigación científica. De toda investigación. Aunque aquí se debe hacer una distinción fundamental. NO es lo mismo ciencia que desarrollo tecnológico.
Normalmente encontraremos que cada adelanto tecnológico está basado en principios de la ciencia. Y a veces, gente SIN un enfoque rigurosamente científico, sólo con la mentalidad práctica que se maneja en el texto original, logra avanzar pasos enormes en el desarrollo tecnológico. Incluso en algunos casos, descubrimientos tecnológicos accidentales generaron los acicates necesarios para establecer líneas de investigación científica. Ejemplos los daré más adelante
La aseveración de que el escepticismo verdadero pertenece sólo a los prácticos, es totalmente falsa. Se basa en la ignorancia (a propósito) de la ciencia y de sus métodos. El escepticismo verdadero lo puede ejercer mucha gente, sin necesidad de clasificarles en la odiosa taxonomía de teóricos y prácticos.
Aquí es momento de explicar los logros de algunos teóricos de la física, gracias a su pensamiento crítico y al escepticismo que practicaron:
Einstein no necesitó de ningún laboratorio para establecer sus teorías relativistas (la especial y la general). Sólo realizó un excelente ejercicio de imaginación para resolver el problema de la invariabilidad de la velocidad de la luz (mientras trabajaba en la oficina de patentes de Berna, Suiza); y forzosamente tuvo que dudar de las suposiciones sobre el éter y sobre puntos de referencia absolutos.
El desarrollo de la mecánica cuántica, por parte de Schrödinger, Heisenberg, Dirac, Bohr y Von Neumann, NO necesitó de grandes laboratorios; sus desarrolladores forzosamente tuvieron que ser escépticos de la teoría ondulatoria de Maxwell. Otros teóricos modernos, como Penrose y Hawkins, no han necesitado estar en los centros de las galaxias para proponer las teorías de gravitación cuántica y la existencia de agujeros negros.
Más recientemente, en 1985, Strominger, Edward Witten. Gary T. Horowitz y Philip Candelas publicaron un artículo en el que demostraron que podía establecer una "teoría de cuerdas" consistente con el modelo estándar, sólo que necesitaba un universo de 10 dimensiones. Poco después, el matemático Shing-Tung Yau, probó una conjetura propuesta por Eugenio Calabi, en el sentido de que podría existir esta teoría de cuerdas en un universo de 10 dimensiones con 6 de ellas "curveadas" sobre ellas mismas en espacios prácticamente invisibles, al estilo de las fibras individuales de una alfombra. Estos últimos 6 científicos teóricos elaboraron sus trabajos teóricos utilizando el pensamiento crítico y el escepticismo, al dudar de la validez de TODOS los aspectos formales del modelo estándar.
Y muchos esperamos que esta "teoría de cuerdas" unifique los modelos que tenemos del universo, en los espacios muy (pero muy) pequeños y en los espacios muy grandes (astronómicos), que usaban modelos esencialmente diferentes para explicar su naturaleza.
Este tipo de argumentación le hace un muy mal favor a las aseveraciones iniciales. Y no es que descarte la PRAXIS como motor de desarrollo. Es lo mejor que se podría hacer, unir la teoría con la práctica en un solo enfoque. En realidad muchos desarrollos teóricos esperan ansiosamente que el desarrollo de la tecnología les permita comprobar sus afirmaciones en la práctica. Einstein tuvo que esperar el avance de la fotografía para que se corroborara su predicción sobre los lentes gravitacionales. El sexteto que ha desarrollado los fundamentos de la teoría de cuerdas, espera que se construyan aceleradores de partículas que permitan interacciones en energías no obtenibles por el momento, para que se compruebe (o descarte) sus hipótesis.
Así que la conclusión natural sería decir que tanto hay escepticismo en los que hacen trabajo teórico, como en los que desatrrollan tecnología. Pero aún más. Debe haber escepticismo en médicos forenses, en investigadores policiacos, en auditores, en compradores de autos usados, y en toda la gente que desee encontrar evidencias fehacientes de lo que escucha, de lo que lee, de lo que conoce, sin importar si lo que hace es teórico o práctico.
Creo que el pensamiento crítico y el escepticismo no han ayudado un paso en la evolución de la ciencia. De ninguna.
Si te fijas bien en el desarrollo histórico de toda la ciencia, verás que ésta avanza por los PRÁCTICOS, a pesar de los teóricos, a pesar de los dogmas, a pesar de las corrientes de criterios imperantes.
El escepticismo verdadero no es el de los teóricos, sino el de los prácticos, que ante una duda se empeñan en llegar hasta el final de una investigación para poder determinar lo que es y lo que no, lo que vale y lo que no vale, lo cierto de lo falso.
Más que pensamiento crítico y escepticismo, lo que ha de usarse en favor de la ciencia, en la búsqueda de la verdad en cualquier área que se investigue, es el sentido común.
Ante estas afirmaciones yo respondí lo siguiente:
Yo pienso que es al contrario. Que el pensamiento crítico y el escepticismo han sido los pilares de la investigación científica. De toda investigación. Aunque aquí se debe hacer una distinción fundamental. NO es lo mismo ciencia que desarrollo tecnológico.
Normalmente encontraremos que cada adelanto tecnológico está basado en principios de la ciencia. Y a veces, gente SIN un enfoque rigurosamente científico, sólo con la mentalidad práctica que se maneja en el texto original, logra avanzar pasos enormes en el desarrollo tecnológico. Incluso en algunos casos, descubrimientos tecnológicos accidentales generaron los acicates necesarios para establecer líneas de investigación científica. Ejemplos los daré más adelante
La aseveración de que el escepticismo verdadero pertenece sólo a los prácticos, es totalmente falsa. Se basa en la ignorancia (a propósito) de la ciencia y de sus métodos. El escepticismo verdadero lo puede ejercer mucha gente, sin necesidad de clasificarles en la odiosa taxonomía de teóricos y prácticos.
Aquí es momento de explicar los logros de algunos teóricos de la física, gracias a su pensamiento crítico y al escepticismo que practicaron:
Einstein no necesitó de ningún laboratorio para establecer sus teorías relativistas (la especial y la general). Sólo realizó un excelente ejercicio de imaginación para resolver el problema de la invariabilidad de la velocidad de la luz (mientras trabajaba en la oficina de patentes de Berna, Suiza); y forzosamente tuvo que dudar de las suposiciones sobre el éter y sobre puntos de referencia absolutos.
El desarrollo de la mecánica cuántica, por parte de Schrödinger, Heisenberg, Dirac, Bohr y Von Neumann, NO necesitó de grandes laboratorios; sus desarrolladores forzosamente tuvieron que ser escépticos de la teoría ondulatoria de Maxwell. Otros teóricos modernos, como Penrose y Hawkins, no han necesitado estar en los centros de las galaxias para proponer las teorías de gravitación cuántica y la existencia de agujeros negros.
Más recientemente, en 1985, Strominger, Edward Witten. Gary T. Horowitz y Philip Candelas publicaron un artículo en el que demostraron que podía establecer una "teoría de cuerdas" consistente con el modelo estándar, sólo que necesitaba un universo de 10 dimensiones. Poco después, el matemático Shing-Tung Yau, probó una conjetura propuesta por Eugenio Calabi, en el sentido de que podría existir esta teoría de cuerdas en un universo de 10 dimensiones con 6 de ellas "curveadas" sobre ellas mismas en espacios prácticamente invisibles, al estilo de las fibras individuales de una alfombra. Estos últimos 6 científicos teóricos elaboraron sus trabajos teóricos utilizando el pensamiento crítico y el escepticismo, al dudar de la validez de TODOS los aspectos formales del modelo estándar.
Y muchos esperamos que esta "teoría de cuerdas" unifique los modelos que tenemos del universo, en los espacios muy (pero muy) pequeños y en los espacios muy grandes (astronómicos), que usaban modelos esencialmente diferentes para explicar su naturaleza.
Este tipo de argumentación le hace un muy mal favor a las aseveraciones iniciales. Y no es que descarte la PRAXIS como motor de desarrollo. Es lo mejor que se podría hacer, unir la teoría con la práctica en un solo enfoque. En realidad muchos desarrollos teóricos esperan ansiosamente que el desarrollo de la tecnología les permita comprobar sus afirmaciones en la práctica. Einstein tuvo que esperar el avance de la fotografía para que se corroborara su predicción sobre los lentes gravitacionales. El sexteto que ha desarrollado los fundamentos de la teoría de cuerdas, espera que se construyan aceleradores de partículas que permitan interacciones en energías no obtenibles por el momento, para que se compruebe (o descarte) sus hipótesis.
Así que la conclusión natural sería decir que tanto hay escepticismo en los que hacen trabajo teórico, como en los que desatrrollan tecnología. Pero aún más. Debe haber escepticismo en médicos forenses, en investigadores policiacos, en auditores, en compradores de autos usados, y en toda la gente que desee encontrar evidencias fehacientes de lo que escucha, de lo que lee, de lo que conoce, sin importar si lo que hace es teórico o práctico.
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