O lo que es lo mismo, llámenme que aun no los encuentro (con partes traducidas del artículo del NY Times de Dennis Overbye).
Los sueños con extraterrestres suelen tener varias manifestaciones, una de ellas, la más racional de la que tengo conocimiento tiene que ver con la historia de una reunión de científicos celebrada el siglo pasado en Green Bank, Virginia del Oeste.
Hace casi medio siglo, Frank Drake, un joven radioastrónomo con ideas sobre extraterrestres en la cabeza, mostró frente a una docena de “hombres sabios” una cadena de símbolos intentando traer un poco de claridad a la pregunta de qué tan solos estamos en el universo (los humanos).
Entre los reunidos estaban el ahora difunto Carl Sagan, Melvin Calvin (quien en el transcurso de esta reunión se enteraría de que había ganado el premio Nobel de química), el investigado en jefe de Hewlett Packard Barney Oliver, y el experto en delfines John Lilly.
El resultado de poner valores a la actualmente famosa ecuación de Drake fue que se esperaría que hubiese entre menos de mil y cien mil millones de civilizaciones en nuestra galaxia.
Entre los 7 factores de esta ecuación, hay desde los que son estrictamente astronómicos, como la tasa a la que nacen las estrellas en la Vía láctea, y la fracción de estas estrellas que tienen planetas (diez por año y 50%, según los sabios), hasta los altamente especulativos y místicos como la vida promedio de una civilización (la adivinanza fue entre 1000 y 100 millones de años).
Entre estos extremos hay detalles menos ásperos como cuántos planetas habitables hay por sistema planetario (uno de cinco, propusieron), y la fracción de esos planetas desarrollan vida, inteligencia y tecnología suficiente para comunicarse con otros mundos. Los optimistas sabios propusieron, 100%, 100% y entre 10% y 100% respectivamente (los delfines, por ejemplo, no construyen radiotelescopios). Multiplica estos factores y obtienes el censo putativo galáctico.
Desde entonces, los parámetros astronómicos se han perfeccionado con nuevos datos, dando validez a las viejas adivinanzas de los sabios. En cambio, en los campos sociológicos y biológicos, en los que los datos son ambiguos o inexistentes, no se puede probar que estuvieron equivocados.
Sólo ha habido un cambio en las suposiciones originales, pues en aquella reunión no se consideró que un planeta habitable debiese tener agua líquida. Sólo se tomó en cuenta planetas pequeños y rocosos como el nuestro, ubicado en una “zona dorada” alrededor de una estrella, donde la temperatura fuese la correcta.
La NASA enviará en 2009 la misión Kepler, para determinar la frecuencia con la que estos planetas ocurren en la galaxia. Y las posibilidades se expanden pues varias sondas confirmaron la existencia de agua en las lunas de Júpiter.
Al mismo tiempo se tienen cada vez más evidencias de vida terrestre desarrollándose de forma por de más versátil en condiciones ambientales extremas.
Pero ¿Qué tan seguido emerge la vida inteligente y tecnológicamente apta de tales ambientes? Algunos evolucionistas como Stephen Jay Gould, quien murió en 2002, han argumentado que la inteligencia no es inevitable. Después de todo, los dinosaurios se la pasaron bastante bien durante 150 millones de años sin volverse apreciablemente más inteligentes.
Aun con todo ese cúmulo enorme de datos, no es aún posible encontrar señales inequívocas de vida extraterrestre. ¿Llegarán algún día?
La tierra se volvió detectable (por la gran cantidad de emisión de radio, TV libre y por las fugas de las enormes antenas de radar) en la década de 1950. Pero esta tendencia se está revirtiendo, dada la creciente migración a sistemas por cable y a satélites que casi no tienen fugas de señal hacia el espacio. ¿Podría ser esto indicio de la falta de éxito del proyecto SETI? ¿Otras civilizaciones podrían crecer hacia la eficiencia radial y ser ahora indetectables para nuestros radiotelescopios?
Sería demasiado presuntuoso de nuestra parte afirmar que lo que nos pasa a los humanos es fiel reflejo de lo que pasaría a otras civilizaciones fuera de esta roca, en caso de existir. Sólo podemos afirmar lo que las evidencias nos muestran.
Otra manifestación de los sueños extraterrestres son una serie de “manifiestos” de oscura procedencia, que pretenden aclimatar al lector en supuestos hechos sobre la visita de extraterrestres a esta roca.
Aquí reproduzco uno, cuya fuente me ha sido prácticamente imposible de rastrear, no obstante haber indagado con la persona que lo “meneó” en un foro de discusión sobre el asunto.
La principal objeción a este tipo de manifiestos es que normalmente carecen de autor, nadie se responsabiliza de sus fuentes o referencias y cuando se pregunta sobre ellas la gente que los promueve se ofende y se queja amargamente de la embestida de los escépticos. Esto hace casi imposible verificar su veracidad.
La diferencia entre una y otra manifestación de este sueño extraterrestre es fundamental. El primero trata de obtener evidencias y de compartirlas con el mundo. El segundo trata de convencer a la gente de supuestos hechos mediante afirmaciones carentes de evidencias.
Ver continuación…
Los sueños con extraterrestres suelen tener varias manifestaciones, una de ellas, la más racional de la que tengo conocimiento tiene que ver con la historia de una reunión de científicos celebrada el siglo pasado en Green Bank, Virginia del Oeste.
Hace casi medio siglo, Frank Drake, un joven radioastrónomo con ideas sobre extraterrestres en la cabeza, mostró frente a una docena de “hombres sabios” una cadena de símbolos intentando traer un poco de claridad a la pregunta de qué tan solos estamos en el universo (los humanos).
Entre los reunidos estaban el ahora difunto Carl Sagan, Melvin Calvin (quien en el transcurso de esta reunión se enteraría de que había ganado el premio Nobel de química), el investigado en jefe de Hewlett Packard Barney Oliver, y el experto en delfines John Lilly.
El resultado de poner valores a la actualmente famosa ecuación de Drake fue que se esperaría que hubiese entre menos de mil y cien mil millones de civilizaciones en nuestra galaxia.
Entre los 7 factores de esta ecuación, hay desde los que son estrictamente astronómicos, como la tasa a la que nacen las estrellas en la Vía láctea, y la fracción de estas estrellas que tienen planetas (diez por año y 50%, según los sabios), hasta los altamente especulativos y místicos como la vida promedio de una civilización (la adivinanza fue entre 1000 y 100 millones de años).
Entre estos extremos hay detalles menos ásperos como cuántos planetas habitables hay por sistema planetario (uno de cinco, propusieron), y la fracción de esos planetas desarrollan vida, inteligencia y tecnología suficiente para comunicarse con otros mundos. Los optimistas sabios propusieron, 100%, 100% y entre 10% y 100% respectivamente (los delfines, por ejemplo, no construyen radiotelescopios). Multiplica estos factores y obtienes el censo putativo galáctico.
Desde entonces, los parámetros astronómicos se han perfeccionado con nuevos datos, dando validez a las viejas adivinanzas de los sabios. En cambio, en los campos sociológicos y biológicos, en los que los datos son ambiguos o inexistentes, no se puede probar que estuvieron equivocados.
Sólo ha habido un cambio en las suposiciones originales, pues en aquella reunión no se consideró que un planeta habitable debiese tener agua líquida. Sólo se tomó en cuenta planetas pequeños y rocosos como el nuestro, ubicado en una “zona dorada” alrededor de una estrella, donde la temperatura fuese la correcta.
La NASA enviará en 2009 la misión Kepler, para determinar la frecuencia con la que estos planetas ocurren en la galaxia. Y las posibilidades se expanden pues varias sondas confirmaron la existencia de agua en las lunas de Júpiter.
Al mismo tiempo se tienen cada vez más evidencias de vida terrestre desarrollándose de forma por de más versátil en condiciones ambientales extremas.
Pero ¿Qué tan seguido emerge la vida inteligente y tecnológicamente apta de tales ambientes? Algunos evolucionistas como Stephen Jay Gould, quien murió en 2002, han argumentado que la inteligencia no es inevitable. Después de todo, los dinosaurios se la pasaron bastante bien durante 150 millones de años sin volverse apreciablemente más inteligentes.
Aun con todo ese cúmulo enorme de datos, no es aún posible encontrar señales inequívocas de vida extraterrestre. ¿Llegarán algún día?
La tierra se volvió detectable (por la gran cantidad de emisión de radio, TV libre y por las fugas de las enormes antenas de radar) en la década de 1950. Pero esta tendencia se está revirtiendo, dada la creciente migración a sistemas por cable y a satélites que casi no tienen fugas de señal hacia el espacio. ¿Podría ser esto indicio de la falta de éxito del proyecto SETI? ¿Otras civilizaciones podrían crecer hacia la eficiencia radial y ser ahora indetectables para nuestros radiotelescopios?
Sería demasiado presuntuoso de nuestra parte afirmar que lo que nos pasa a los humanos es fiel reflejo de lo que pasaría a otras civilizaciones fuera de esta roca, en caso de existir. Sólo podemos afirmar lo que las evidencias nos muestran.
Otra manifestación de los sueños extraterrestres son una serie de “manifiestos” de oscura procedencia, que pretenden aclimatar al lector en supuestos hechos sobre la visita de extraterrestres a esta roca.
Aquí reproduzco uno, cuya fuente me ha sido prácticamente imposible de rastrear, no obstante haber indagado con la persona que lo “meneó” en un foro de discusión sobre el asunto.
HECHOS CONCERNIENTES A LA VIDA EXOBIOLÓGICA A SER LIBERADOS MEDIANTE EL "PROGRAMA DE ACLIMATACIÓN PÚBLICA"
1) La vida inteligente existe en otros planetas y a lo largo de todo el Universo.
2) Naves de diseño o manufactura no humana están operando en y alrededor de los suelos, mares y aire de la Tierra.
3) Seres inteligentes aparte del Homo Sapiens Sapiens están llevando a cabo varias misiones en este planeta. Estos seres han estado visitándonos por decenas de miles de años.
4) Los seres alienígenas pueden tener cuerpos parecidos a los humanos o no (como híbridos, insectoides, o reptiloides). Los seres inteligentes pueden ser de naturaleza física, no-física o interdimensional.
5) La variedad de vida en el Universo es diversa, como lo es la vida en nuestro propio planeta.
6) Algunos seres alienígenas tienen la habilidad de moverse a voluntad hacia adelante o atrás a través del espacio-tiempo utilizando tecnología avanzada u otros medios.
7) La evolución espiritual de una forma de vida alienígena puede estar sobre, ser igual o inferior a su nivel de desarrollo tecnológico.
8) La orientación social, motivos y agendas de estos seres son muy diversas. Algunas especies son más amistosas hacia los seres humanos que otras.
9) En muchos casos, el fenómeno de abducción es un evento real. Esta actividad es compleja, coordinada y tiene un propósito. Ocurre a menudo a lo largo de varias generaciones de una familia.
10) El cruce de humanos con más de una especie alienígena ha ocurrido. Los niños y adultos híbridos existen. Tienen características de ambas razas.
11) A pesar que la mayoría de contactos con alienígenas y avistamientos producidos en nuestros tiempos han sido ocultados y mantenidos en secreto, el velo está siendo lentamente levantado gracias a las actividades de civiles y personal gubernamental especialmente asignado. La Aclimatación Pública a la realidad de la vida alienígena está procediendo de tal manera que no cree tanto shock o trastorno en la sociedad.
12) Una gran cantidad de información alienígena y OVNI está ahora bajo dominio público. Innumerables libros, videos y sitios de internet están dedicados a estos temas. Miles de páginas de documentos del gobierno sobre avistamientos y encuentros anómalos han sido liberados.
La principal objeción a este tipo de manifiestos es que normalmente carecen de autor, nadie se responsabiliza de sus fuentes o referencias y cuando se pregunta sobre ellas la gente que los promueve se ofende y se queja amargamente de la embestida de los escépticos. Esto hace casi imposible verificar su veracidad.
La diferencia entre una y otra manifestación de este sueño extraterrestre es fundamental. El primero trata de obtener evidencias y de compartirlas con el mundo. El segundo trata de convencer a la gente de supuestos hechos mediante afirmaciones carentes de evidencias.
Ver continuación…
1 comentario:
¿Por qué identificamos "vida inteligente" con "vida capaz de llevar a cabo inventos tecnológicos que le permitan a vidas de otros planetas reconocer su xistencia e inteligencia? Los chinos nunca se propusieron conquistar el mundo, y no por eso eran menos inteligentes. Y ni qué decir del aparato cognitivo de las bacterias, que no necesitan anunciarse a otros planetas.
http://ellogosdelavida.blogspot.com
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