Recordando mis recientes experiencias a través de los grupos de yahoo dedicados a los temas esotéricos, extraterrestres y conspiranoicos, me encontré con el texto de un investigador español en temas de OVNIlogía (neologismo no aprobado aun por la RAE). En este texto menciona con cierta sorna, las ocurrencias de supuestos accidentes en los que naves extraterrestres se habrían estrellado cerca de importantes centros de investigación aeronáutica y espacial.
No deja de ser curioso que los 'platillos volantes' se estrellaran en zonas de experimentación atómica o cerca de bases militares donde se lanzaban prototipos aeronáuticos y globos espias. ¡Ah, bueno! Los marcianos podían estar merodeando esos sitios para estudiar nuestra tecnología aeronáutica y armamentística. Pobres, tan avanzados medios tecnológicos para atravesar el espacio interestelar y luego sufren accidentes imprevistos cuando llegan hasta aquí. Tienen que aprender de nosotros. Quizá por eso vienen con tanta frecuencia y tan variadas razas. ¡Siempre fuimos muy especiales!.
Mi comentario irónico y sarcástico sobre este tema, para añadirle "sabor", fue el siguiente: Si es así, los alienígenas, extraterrestres, extradimensionales y todo el ejército de extras están muy ocupados.
Cuando no atienden sus asuntos, en sus casitas, con sus mujercitas (o extraterrestritas), en su tiempo libre se dedican a crear engendros malignos como el chupacabras. Los avientan a esta roca y apuestan a ver cual de sus creaciones se chupa más cabras en una noche. Supongo que les ha de parecer divertido. Algo así como la pela de gallos al estilo galáctico.
Y si no están apostando sus galacti-bucks al mejor chupacabras, se ponen a abducir incautos, a sembrar en sus mentes el terror o la paz y el amor (ojalá sembraran en MI mente los números premiados de los sorteos futuros de la lotería o el melate). Algunos hacen experimentos genéticos con hembras humanas (¡y sólo con hembras!); otros (los más tímidos) nomás las llevan a dar la vuelta. Otros más son artistas y se la pasan dibujando hermosísimos círculos en los sembradíos, nadamás por hobbie.
Los más osados ni siquiera vienen, sólo contactan vía telepática con aquellos que sintonizan telepáticamente su telepática mente con las energías superiores, con las dimensiones enroscadas y con las comunidades galácticas.
Los más vivillos se van directo a la casa blanca a negociar con las administraciones de gobiernos de los EE.UU., pues de seguro les gustan los billetes verdes. Y es que a los gabachos les gustan sus platillos voladores. Con quemacocos y MP3. La merca se pone buena. Luego los juniors gringos los andan estrellando allá por las áreas 51.25, ya ves que son medio drogos y pachecos.
Otros (los más vanidosos) generan imágenes tridimensionales (hologramas) y los proyectan en los cielos, y en las discotecas de moda. Eso es nomás para que sigan estando en el top ten de popularidad.
Como bien se puede adivinar, no me consta nada de lo anterior, pero es lo que he oído, visto y leído en ciber-pasillo, ad nauseam. ¡Qué diera yo por conocer a alguno de tales bichos! Siquiera por tele-patía tele-pática. Pero na de na.
Pero qué importa si es o no es verdad ¿verdad?
Alguien, algún día, en algun lugar, me va a creer.
Cuando no atienden sus asuntos, en sus casitas, con sus mujercitas (o extraterrestritas), en su tiempo libre se dedican a crear engendros malignos como el chupacabras. Los avientan a esta roca y apuestan a ver cual de sus creaciones se chupa más cabras en una noche. Supongo que les ha de parecer divertido. Algo así como la pela de gallos al estilo galáctico.
Y si no están apostando sus galacti-bucks al mejor chupacabras, se ponen a abducir incautos, a sembrar en sus mentes el terror o la paz y el amor (ojalá sembraran en MI mente los números premiados de los sorteos futuros de la lotería o el melate). Algunos hacen experimentos genéticos con hembras humanas (¡y sólo con hembras!); otros (los más tímidos) nomás las llevan a dar la vuelta. Otros más son artistas y se la pasan dibujando hermosísimos círculos en los sembradíos, nadamás por hobbie.
Los más osados ni siquiera vienen, sólo contactan vía telepática con aquellos que sintonizan telepáticamente su telepática mente con las energías superiores, con las dimensiones enroscadas y con las comunidades galácticas.
Los más vivillos se van directo a la casa blanca a negociar con las administraciones de gobiernos de los EE.UU., pues de seguro les gustan los billetes verdes. Y es que a los gabachos les gustan sus platillos voladores. Con quemacocos y MP3. La merca se pone buena. Luego los juniors gringos los andan estrellando allá por las áreas 51.25, ya ves que son medio drogos y pachecos.
Otros (los más vanidosos) generan imágenes tridimensionales (hologramas) y los proyectan en los cielos, y en las discotecas de moda. Eso es nomás para que sigan estando en el top ten de popularidad.
Como bien se puede adivinar, no me consta nada de lo anterior, pero es lo que he oído, visto y leído en ciber-pasillo, ad nauseam. ¡Qué diera yo por conocer a alguno de tales bichos! Siquiera por tele-patía tele-pática. Pero na de na.
Pero qué importa si es o no es verdad ¿verdad?
Alguien, algún día, en algun lugar, me va a creer.
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