Michel Eyquem de Montaigne.
Ya sé que he tenido este espacio muy abandonado. Ya tuve un reclamo de un amigo mío que extraña leer mis comentarios en este espacio. Justo me preguntó por el asunto de la pandemia de coronavirus, recién decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS por sus siglas), así que sin mayor preámbulo, iniciaré con mis opiniones, que van desde lo científico y médico hasta lo político y social.
El virus.
De acuerdo con la OMS: Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
La aparición de este virus fue notificada por primera vez en Wuhan (China) el 31 de diciembre de 2019. De acuerdo con varios estudios, su origen podría estar en los murciélagos, aunque no se descarta la posibilidad de que hubiese sido en los pangolines.
El contagio.
Desde el inicio del brote se informó que la tasa de contagio era bastante alta. Esto significa que la enfermedad se contagia más rápidamente de lo que se puede detectar. Esto es posible ya que en sus etapas iniciales, las personas contagiadas no presentan síntomas, o si los presentan son muy leves. El problema es que también, en esta etapa el contagio es más probable (debido a que un buen porcentaje de los infectados no saben que son portadores y pueden tener contacto muy cercano con personas sanas).
Aunque la tasa de mortalidad del COVID-19 es más bien baja (2% del total de infectados y plenamente detectados, y un 10% para infectados de la tercera edad y pacientes con enfermedades respiratorias previas), el problema más serio que puede enfrentar el gobierno de cualquier país donde se haya presentado este brote es la tasa de contagio y la capacidad de identificar plenamente a los individuos contagiados (presenten o no presenten síntomas claros).
La prevención.
Ya sabemos la historia. Al día de hoy el país con más muertos por esta enfermedad es Italia (sobrepasando a China y a Corea). Ante esta nueva enfermedad las medidas de prevención tradicionales (uso de cubre bocas) ha resultado ineficaz. Al parecer lo que le más le funcionó a China fue la cuarentena y la identificación de casos graves. En Italia no se tomó muy en serio la posibilidad de contagio, y es por ello que su situación es la más grave.
Así que de acuerdo con las experiencias en China, Corea, Italia y España, y con las recomendaciones de la OMS, la prevención se puede lograr mediante dos protocolos básicos:
- Detección de personas contagiadas, aunado con el respectivo aislamiento preventivo y en su caso tratamiento de complicaciones (a la fecha no hay una cura eficaz que destruya el virus). Esto presenta la ventaja de que se evita la propagación ulterior del virus y enfoca la cuarentena exclusivamente en pacientes no graves y la atención médica en los casos con cuadros graves (recordemos que el 80% de infectados estarán entre casos asintomáticos y casos con síntomas leves). También favorece que los no infectados puedan seguir con sus actividades habituales. La desventaja es que los gobiernos tienen que invertir inicialmente fuertes sumas en la compra de kits de detección (básicamente la prueba PCR). En China esta opción no fue tomada ampliamente debido a la magnitud de población en riesgo y la inversión consecuente.
- Declaración de cuarentena general o restringida, de acuerdo con el número de pobladores de la región afectada. Esta opción tiene una ventaja monetaria a corto plazo, ya que los gobiernos sólo invierten en la compra de pruebas clínicas para la detección en los pacientes con síntomas evidentes (fiebre alta, tos, debilidad general y dificultad para respirar), optimizando el obvio gasto. La desventaja principal estriba en el impacto económico de la paralización de actividades productivas pues se tiene en cuarentena a personas no infectadas. La pérdida puede ser muy difícil de reparar a mediano y largo plazo. La desventaja secundaria está en que la población puede romper los cercos y propagar la infección en forma incontrolada. Se estima que en China 760 millones de habitantes permanecieron en cuarentena por espacio de cuatro semanas.
La política.
Resulta muy difícil para los gobernantes tomar medidas drásticas para controlar la propagación de este tipo de brotes virales, eso es entendible. El problema surge cuando los gobernantes adoptan actitudes frívolas, como en México, donde se ha hecho todo (literalmente TODO) lo posible por no tomar decisiones a nivel federal. Desde Palacio Nacional se ha enviado el mensaje de que estamos bien, que no estamos como China o Italia y que no se requiere de mucho para enfrentar esta situación.
El presidente de México manda mensajes contradictorios, promoviendo reuniones multitudinarias y procurando besar a las niñas que le son presentadas. Públicamente desprecia el uso de gel antibacterial en sus manos y presume de amuletos "milagrosos" que lo protegen de las infecciones. Un subsecretario de salud, supuesto experto en estos temas, ha declarado que no conviene cerrar una escuela de 1000 estudiantes cuando hay un sólo alumno infectado, ni cuando hay diez o cien, pues entre más alumnos infectados se tenga, más efectiva es la medida del cierre de la escuela. De vez en cuando se vale decir estupideces, pero no con tanto énfasis.
Quienes han tomado medidas más drásticas han sido los gobiernos estatales y municipales, por ejemplo restringiendo el acceso a bancos (sólo 10 personas al mismo tiempo) y el cierre de cines, bares y discotecas. En particular en Cancún, la baja de actividades ha sido notable. Estas medidas locales están rebasando por mucho las medidas del gobierno federal y desde mi punto de vista, van a ser mucho más efectivas que tener un amuleto milagroso en la bolsa.
La sociedad.
En este nivel, la gente parece tomar las cosas en forma paulatina pero segura. Aunque hay mucha información sobre este brote, una buena parte es simple y llana mentira. He encontrado publicaciones que afirman que el coronavirus no existe, y que la declaración de pandemia por parte de la OMS es una forma de mantener el control de la población a través del miedo. Otras publicaciones afirman que el coronavirus es un desarrollo norteamericano, con el propósito de afectar a China. Hay gente (algunos amigos míos, desafortunadamente) que afirma que el coronavirus fue diseñado para exterminar a la población de la tercera edad, ya que este sector de la población ha resultado ser una carga para los gobiernos y es la más vulnerable ante el COVID-19.
Lo más interesante de todo este embrollo sanitario es que la misma gente está tomando las medidas de prevención más efectivas, por ejemplo la higiene de manos con lavados frecuentes, uso de alcohol en gel y el distanciamiento social. Lavarse frecuentemente las manos y mantenerse a una distancia de al menos 1.5 metros de los demás son recomendaciones de la OMS, que están siendo aplicadas en todos lados. Se observa ya que la gente se lava las manos, usa gel antibacterial y no saluda de mano ni con besos en las mejillas, y se aprecia menos gente caminando en las calles. Por fortuna no he sido testigo, aún, de compras de pánico, pero veo que hay escasez de desinfectantes en aerosol y de alcohol en gel.
También entre la sociedad hay temor por la posible pérdida de empleos y la baja en la actividad económica en todo el país. No obstante ese temor, los mexicanos tenemos una tradición de enfrentar las adversidades con mucho humor y la estamos mostrando en forma generosa, a través de chistes y memes de todo tipo. Si bien eso es útil para sobrellevar las malas situaciones, a veces raya en la total irresponsabilidad. Pero eso pasa en todas las sociedades, siempre hay gente inconsciente que pone en riesgo a los demás y a sí mismos.
Recomendaciones.
Por mi parte, estas serían las medidas a tomar tanto para prevenir contagios como para recuperarnos de la crisis:
- Mantenerse fuera de circulación, no salir de casa excepto si es estrictamente necesario. Lavarse las manos constantemente.
- Si hay que salir de casa, evitar aglomeraciones y mantener una sana distancia entre nosotros mismos. Lavarse las manos constantemente.
- No saludar de mano, ni de abrazo, ni de beso a amistades, clientes o conocidos.
- Mantenerse informados a través de fuentes oficiales (presidentes municipales y gobernadores, así como de la OMS), pero tomar con mucha cautela las indicaciones y mensajes del gobierno federal. No prestar atención a mensajes compartidos por amigos o familiares, excepto si provienen de fuentes oficiales (o confiables, como estudios publicados en revistas especializadas).
- Reportarse ante sus jefes si tienen síntomas de la enfermedad (Fiebre, tos, estornudos, debilidad, dificultad para respirar) y acudir al médico (o servicio de salud) inmediatamente.
- Si te han detectado que padeces de COVID-19 pero tus síntomas son ligeros, quédate en casa reposando y pide a tus familiares que extremen las medidas de limpieza y sanidad en los recintos. Sigue las indicaciones de tu médico hasta que te den de alta.
- Si cuidas de un enfermo de COVID-19 usa cubrebocas y extrema las medidas de higiene. Es imprescindible evitar el contagio entre tu enfermo y tú.
- Si estás sano y no cuidas de un enfermo, no uses cubrebocas desechable, usarlo sólo incrementará innecesariamente la demanda de ese protector, usa los que son reusables y lávalo constantemente, al igual que las manos y usa gel antibaterial.
- Revisa los servicios de alimentos preparados disponibles en tu área (Uber Eats, Rapid, Pizzas, etc.), esa puede ser una buena opción para alimentarte en casa y evitar el contagio en sitios públicos.
- Cuando termine la emergencia del Coronavirus haz una buena acción por por México durante el resto del 2020. Pasa tus vacaciones en México, come en restaurantes de México, hospédate en hoteles Mexicanos, visita los lugares turísticos de México, compra productos mexicanos o compra en las tiendas mexicanas. Apoya a las empresas que han tenido dificultades debido a la baja o falta de ventas.