Alejandro Dumas
Las creencias. Esas boyas salvadoras que mucha gente (mucha) usa cuando se siente perdida, a punto de ahogarse en un mar de incertidumbre. El único problema de esas boyas es que no hay forma de saber si flotarán o nos hundirán más en la ignorancia. Porque es cierto, la incertidumbre parte de no saber algo con exactitud, con certeza. Y así, ante preguntas como ¿por qué existimos los humanos? las creencias ofrecen una miríada de boyas salvadoras, al estilo de "porque tenemos una misión de dios" o "porque dios nos hizo con un propósito".
Pero no es el propósito de esta entrada ahondar en ese escabroso tema filosófico de la existencia de los humanos (cuya respuesta es simple si se entiende el proceso evolutivo: Los humanos existimos por el resultado de un proceso evolutivo y persistimos aún debido a nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios del entorno). El propósito es analizar una creencia que a veces es esgrimida por algunos individuos como explicación del por qué hay humanos que no encuadran con sus propios esquemas políticos o religiosos, particularmente. Me refiero a la creencia de que existen seres con apariencia humana pero que en realidad son reptiles: Los Reptilianos
Es razonable pensar que esta creencia parte de un miedo ancestral a los reptiles, esos seres que reptan con sigilo y acechan a su presa para devorarla de un bocado (o varios bocados). Es justificable un miedo de ese tamaño cuando se vive en lugares en los que abundan las serpientes venenosas o los cocodrilos. Pero lo más seguro es que esos pobres animales sientan más miedo del humano que el humano de ellos. Y la probabilidad de un ataque de serpientes o cocodrilos está más ligada a una necedad humana por acercarnos más de lo debido a estos seres, por invadir su hábitat y por pensar que pueden llegar a ser mansas mascotas como perros o gatos. Recuerdo que Desmond Morris decía en uno de sus libros que le resultaba curioso como los humanos imitamos el siseo típico de una serpiente cuando queremos que otros humanos guarden silencio ante la posibilidad de la presencia de una amenaza, como si con ese sonido pusiéramos en alerta a nuestros congéneres por asociación directa a un peligro. Debemos reconocer que ese miedo ha sido explotado por escritores fantasiosos (como Michael Crichton en su famosísima novela "Parque Jurásico") y por directores de cine quienes han llevado a la pantalla grande películas tan ridículas como espantosas al estilo de "Anaconda", todo con el propósito de embolsarse unos dólares a partir de generar miedo en lectores y espectadores. Se vale, digo yo, hacer negocio con ese miedo siempre y cuando se explique que la obra en cuestión es una fantasía, la creación de la imaginación de los autores y sólo eso.
El dinosaurio inteligente
La historia de los reptilianos al parecer inicia de una forma interesante: en 1977 un escritor de ciencia ficción Japonés, Aritsune Toyota, intrigado por la posibilidad de que hubiesen existido dinosaurios de sangre caliente, desarrolló la idea de que los dinosaurios pudieron evolucionar hasta adquirir inteligencia. Con esta idea en mente escribió una novela de ficción titulada "Una Sombra del Pasado". Ese mismo año, el famoso Carl Sagan, en su libro "Los Dragones del Edén", exploró la posibilidad evolutiva de que una especie de dinosaurio (Saurornithoides) llegase a tener inteligencia similar a la de los humanos. Así escribió Sagan:
Resulta interesante especular sobre estos animales. En el supuesto de que los dinosaurios no se hubiesen extinguido misteriosamente hace alrededor de sesenta y cinco millones de años, ¿habría el Saurornithoides continuado su progreso hacia formas cada vez más inteligentes? ¿Habría aprendido a cazar en grupo a los grandes mamíferos impidiendo con ello la gran proliferación de esta clase animal que siguió al término de la era mesozoica? De no haber sido por la extinción de los dinosaurios, ¿serían las formas hoy dominantes en la Tierra descendientes de los Saurornithoides, autores y lectores de libros, entregados a reflexiones acerca del rumbo que habrían tomado las cosas si los mamíferos hubiesen ganado la batalla? ¿Pensarían las formas dominantes que la base aritmética 8 era lo normal y que la base 10 era un ringorrango exclusivo de la «nueva matemática»?
En 1982, Dale Russell, curador de fósiles vertebrados en el Museo Nacional de Canadá en Ottawa, conjeturó una posible ruta evolucionista que pudio haber seguido el dinosaurio llamado Troodon si no hubiese perecido en el evento de extinción de hace 66 millones de años, sugiriendo que pudo haber evolucionado hacia seres inteligentes similares en fisonomía a los humanos. Los modelos artísticos que intentaban ilustrar esta posibilidad fueron muy ingeniosos. Aquí presento el modelo del Museo Nacional de Canadá:
La información de este apartado está basada parcialmente en la Wikipedia: http://en.wikipedia.org/wiki/Dinosaur_intelligence#Sapient_dinosaurs
Sin embargo la historia de la creencia en Los Reptilianos es muy vulgar y menos honesta que la creación fantástica o la especulación científica.
Los Reptilianos (o Cómo aprendimos a creer en tonterías)
Si se busca en google con estas palabras "reptilianos en la tierra", la búsqueda nos arrojará más de 240,000 resultados. No se trata de analizarlos a detalle y sólo tomaré algunas muestras que ejemplifican la parafernalia que hay alrededor de esta fantasía y las temibles consecuencias que trae cuando se mezcla con política. Para empezar no hay un acuerdo entre tanto "opinador de ocasión" acerca de este tema, algunos escriben otros sólo se limitan a presentar videos de youtube como evidencia de que en realidad hay una especie de reptiles inteligentes que se hacen pasar por humanos y gobiernan el mundo. Algunos de estos opinadores afirman que los troodones evolucionados salieron de la tierra para poblar el universo y que han regresado para tomar lo que alguna vez les perteneció (o algo así). Otros afirman que los Reptilianos son originarios del fantástico planeta Nubiru (o Nuburu... ¡o como chingados se llame!). En un sitio no tan imaginativo como otros, se dice lo siguiente:
Si se confirmara la hipótesis de Russell (acerca de la evolución del Trodoon), éste podría haber desarrollado una inteligencia superior y tecnología para colonizar entera la Galaxia desde hace decenas de millones de años...
Pero en un espasmo de éxtasis en credulidad, en otro sitio se afirma lo siguiente:
Según los propios textos encontrados esta información detallada fue dada por los Annunaki y se los describe como una raza de Dioses Reptilianos que vinieron a la tierra en naves llameantes desde su planeta natal Nibiru. Está escrito que vinieron a extraer oro y otros elementos para usarlos en la protección de la atmósfera de su planeta.
Los textos a que se refiere esta última cita están supuestamente en unas 22,000 tablillas antiguas. Se dice en este sitio que "En 1951 unos arqueólogos y exploradores descubrieron una biblioteca con más de 22.000 tablillas antiguas en lo que hoy es Iraq". Interesante que no mencionen los nombres de esos arqueólogos y exploradores así como para confirmar que en realidad hubo ese hallazgo, y que de ser así, su interpretación es correcta. Sin embargo los nombres Annunaki y Nuburu siempre estarán asociados a un charlatán de la arqueología: Zacarías Sitchin. Las interpretaciones de este Sitchin a menudo fueron invalidadas por sus colegas: "Cuando los críticos han comprobado las referencias de Sitchin, han encontrado citas frecuentemente fuera de contexto, o que trunca sus citas para distorsionar la evidencia y probar sus afirmaciones. La evidencia es presentada de forma selectiva y toda evidencia contradictoria es eliminada".
Otro nombre asociado a fantasías de este calibre es David Icke, quien introdujo una hipótesis reptiloide en su libro "The Biggest Secret" (1999), que identificaba a "La Hermandad" como descendiente de reptiles de la constelación "Dragón", quienes caminan en dos patas y parecen humanos, y que viven en túneles y cuevas bajo la superficie de la tierra. Icke argumenta que los Reptilianos son una raza de dioses conocidos como Annunakis de acuerdo con el mito creacionista Babilonio. O sea, la misma cosa fantasearon Icke y Sitchin, pues no hay una sola evidencia que soporte semejantes afirmaciones. En otro imaginativo sitio se dice lo siguiente:
Según David Icke estos reptoides son la fuerza oculta detrás del control mundial sobre la humanidad. También afirma que la mayoría de los líderes mundiales de cualquier estructura social que van desde, George W. Bush, los Rockefeller, los Rothschild hasta la familia real de Inglaterra, son de hecho reptiles humanoides de 7 pies de altura, que se alimentan primordialmente de sangre. De acuerdo con una entrevista con David Icke, Christine Fitzgerald, una confidente de la princesa Diana, cuenta que Diana le dijo, que la familia real eran alienígenas reptilianos, y que ellos podían mutar de forma.
Estas afirmaciones carecen de soporte evidencial. No hay más que dichos, dichos sobre dichos y mucha, mucha imaginación. Añado que también hay una falta total de seriedad y de rigor científico. Así, la creencia en Reptilianos puede ser tan válida como la creencia en La Llorona o en cualquier otro mito perpetuado por la imaginativa narrativa humana. Pero lo peligroso es cuando la gente comienza a tomarse en serio eso de que algunos gobernantes son auténticamente "Reptilianos". Se mezcla peligrosamente la charlatanería, la pseudociencia y el fervor político para dar como resultado intolerancia basada en una enorme ignorancia.
Reptilianos y el ataque a Venezuela.
Un ejemplo de este tipo de mezcla se dá en algunos usuarios de tuiter quienes defienden a capa y espada al gobierno de Venezuela frente a lo que ellos llaman "intento capitalista" para derrocar a Nicolás Maduro. No es mi propósito analizar la política de ese país. Simplemente me referiré a los hechos registrados en el mes de febrero de 2014, en el que ha habido decenas de muertos como resultado de violentos enfrentamientos entre manifestantes que protestan contra el gobierno y las policías locales (ver http://www.larepublica.pe/13-03-2014/crisis-en-venezuela-analisis-de-la-situacion-tras-un-mes-de-protestas). Quienes apoyan a Maduro piensan que se trata de un ataque externo para derrocarlo. Y es claro que esto puede pensarse cuando el mismo mandatario Venezolano dice que las protestas no son otra cosa sino un brote nazi fascista:
Mientras la oposición denunciaba la violenta represión de las manifestaciones, el presidente Maduro echó mano de un discurso ya bien conocido: que las marchas buscan derrocarlo, que los manifestantes tenían "intención de matar", que el país enfrenta un "rebrote nazi fascista" y que tiene "fotos y videos" de los autores intelectuales y materiales de los desmanes.
Algunos usuarios de tuiter se lanzaron a defender a Maduro de este ataque, que, según algunos de ellos, como @alejandroscesb, podría incluir un sismo promovido por los gringos:
El tuit en cuestión fue retuiteado ¡861 veces! Vaya si hay ignorancia en estos asuntos, a quien se le ocurre que se puede promover sismos. Por fortuna hubo quienes cuestionamos esta implicación, pues ya sabemos que el foco de todos los ataques antiimperialistas de las huestes chavistas es el HAARP. Un usuario cuestionó esta asociación (HAARP como causa de sismos e inundaciones) y como respuesta recibió lo siguiente, por parte de otro usuario (@the_renegade1):
Por supuesto que respondí diciendo que "Esa desvencijada instalación (HAARP) es incapaz de calentarse a sí misma, 3.6 MW no le alcanza". Siguieron otras interacciones, pero debido a mi imagen de tuiter (la que se encuentra al inicio de esta entrada), el amigo @the_renegade1 se soltó diciendo que los reptilianos somos "UN FRASCO DE VENENO VACIO SIN AMOR Y HUMANIDAD QUIZAS SEAS ALGO PEOR ME ATREVO A PENSAR Q NO ERES D ESTA TIERA Y TU FIN".
Confieso que me burlé muy a gusto de su forma de escribir (principalmente por "tiera"), pero más aún por su ignorancia en asuntos de física y matemáticas. Finalmente @the_renegade1 argumentó que el Comandante Hugo Chávez habría denunciado a los Reptilianos y se aventó esta frase que está como para enmarcarla y ponerla en el museo de la estulticia:
Conclusión.
Siempre habrá gente que tenga el cerebro lleno de tonterías, al estilo de los reptilianos, Nibiru, los Annunakis y el Chupacabras. Creer es más fácil que dudar, ya lo decía Alejandro Dumas, pero juntar eso con la política es una mezcla muy peligrosa. Muy probablemente los usuarios @the_renegade1 y @alejandroscesb creen ciegamente que "El Imperio" posee armas como el HAARP que causa sismos e inundaciones a los pobres países revolucionarios como Venezuela, y que los reptilianos gobiernan implacablemente el mundo por lo que habrá que exterminarlos doquiera que estén. Literalmente "sitiarlos":
Al final puede verse mi respuesta a su amenaza de que "nos tienen sitiados". Y una invitación para que mandara sus mensajes sin usar la herramienta imperialista llamada "twitter". Y en efecto, sigo sin ver a las huestes chavistas sitiándome, ni los mensajes de @the_renegade1 llegando vía "pajaricos".
No está mal tener una creencia, lo malo es llevarla al extremo de exterminar a quienes no creen en ella. Esa intolerancia basada en la ignorancia y en la creencia ciega en fantasías es la que genera guerras, masacres, destrucción y pobreza.
Lo siento, los Reptilianos sólo existen en la imaginación. Los Reptilianos no son seres reales, sólo somos humanos que nos gusta burlarnos de estos crédulos fantasiosos, fáciles presas para jugar bromas acerca de que "pertenecemos" a la élite de implacables gobernantes ¡ávidos de oro y sangre!.