viernes, 22 de enero de 2010

Einstein y los extraterrestres, una mentira más


Digamos que existen dos tipos de mentes poéticas: una apta para inventar fábulas y otra dispuesta a creerlas.


Galileo Galilei



Anda circulando un mensaje electrónico que se titula "EINSTEIN Y LOS ETs- LA CONSPIRACION DE ORION". La totalidad de su contenido puede verse acá: Einstein y los ET's - La conspiración de Orión. Su contenido, lleno de pésima ciencia y filosofía barata, encierra una de las frases, relacionadas con Einstein, más estúpidas que he leído en mi vida... si no es que la más estúpda. Aquí la frase de marras, en rojo, con un postulado previo, en azul:


Por consiguiente, la carencia de pruebas no son suficientes como parámetros de verdad para anular o descalificar al fenómeno ovni, ''la ausencia de evidencia, no es evidencia de ausencia''.
En conclusión, si Einstein probó lo que nadie podía creer, no es erróneo creer en lo que no podemos demostrar.
Llevando la frase de marras a sus últimas consecuencias quizá podremos entender mejor lo HUECA que es.


Imaginemos que yo creo que la persona X es un asesino despiadado. Lo creo con todas mis fuerzas pues así me lo parece correcto. Quizás sea su cara, quizás sea su aspecto, eso no importa. Lo importante es que es imposible demostrar que lo sea. Pero basado en mi "creencia" le denuncio. ¿Es erróneo creer en esta tontería sin bases? ¿Qué consecuencias trae para esa persona mi "creencia"?


Uso este ejemplo porque no hace muchos siglos así se estilaban las denuncias contra brujas y hechiceros. ¿La demostración de que lo eran? no importaba, simplemente la "creencia y la fe" eran suficientes para denunciar, enjuiciar y en la mayoría de los casos ejecutar, a gente inocente. Claro, después de ejecutada la sentencia, las propiedades del infeliz acusado de hechicería eran repartidas entre jueces y denunciantes...


Vayamos ahora al caso particular de Einstein. En realidad Einstein no probó nada. Las pruebas de sus teorías relativistas vinieron después. De hecho la comunidad científica era bastante escéptica respecto a las conclusiones de sus teorías: Objetos que se contraen en dirección al movimiento, retraso del tiempo aparente, variación de la masa con respecto a la velocidad, equivalencia entre masa y energía, distorsión de los espacios, lentes gravitacionales, la paradoja de los gemelos, etc. etc. Muchos grupos de investigación se lanzaron a DEMOSTRAR que lo que Einstein propuso tenía sustento en la realidad. Menciono el eclipse del 29 de mayo de 1919, en el que Eddington pudo observar los efectos de la gravedad del Sol sobre la trayectoria de la luz. Otro ejemplo más moderno es el ajuste que se hace de los tiempos en los satélites encargados de soportar los posicionadores globales (GPS). La equivalencia entre masa y energía fue probada por en la década de 1940. Fermi condujo la construcción de la primera pila nuclear logrando, en diciembre de 1942, la primera reacción en cadena controlada de fisión nuclear, en la Universidad de Chicago.



Esas son pruebas. Lo de Einstein fue deducción, propuesta, claridad en planteamientos y sobre todo tenacidad. Hay que entender que en su tiempo había dos corrientes de pensamiento respecto a los fenómenos observados de la luz: Uno era que la luz viajaba en el vacío, y el otro que la luz necesitaba un "medio" de transmisión (al que se le bautizó como éter). El famoso experimento de Michelson y Morley mostró que no había tal éter, pues la velocidad de la luz no se veía afectada por el movimiento de un "supuesto medio de transmision" (éter). Lo curioso es que la velocidad de la luz mostraba ser constante sin importar que la fuente de emisión estuviese en movimiento.


Ese experimento y sus resultados fue la base para que Einstein pudiese proponer la teoría especial de la relatividad. Con su hipótesis de que no había marcos de referencia absolutos para el movimiento, pudo proponer (más que demostrar) que a velocidades cercanas a la de la luz, los cuerpos se contraen y el tiempo se expande, como una explicación para la constancia de la velocidad de la luz. Pero eso NO es probar, es proponer. Las pruebas vinieron después.


Ahora bien, podemos preguntarnos ¿Einstein creía en sus conclusiones? Yo pienso que más bien confiaba en que el camino que siguió para proponer sus teorías era el correcto. Confiaba en que algún experimento probase ser sustento de sus hipótesis relativistas. recomiendo bajar (o al menos leer) este excelente artículo en español: http://www.ucm.es/info/hcontemp/leoc/einstein.pdf


Así que, resumiendo:


  1. Einstein NO probó la relatividad. Sólo propuso sus teorías. Hubo necesidad de que se comprobaran en la práctica, lo cual sucedió años después de formuladas.
  2. Contrario a lo que dice el texto del mensaje original (...no hay que olvidar que teorías como la estructura del átomo o el diseño del radar, entre otras, más allá de la investigación previa, nacieron de la confianza intuitiva de las personas en lo que habían soñado mientras dormían; estas verdades no necesitaron de ninguna evidencia física cuando se engendraron), Einstein SÍ necesito de evidencias físicas para elaborar sus teorías. Específicamente necesitó de las conclusiones del experimento de Michelson y Morley para poder explicar la aparente incongruencia mostrada por ellos.
  3. Creer en lo que no se puede demostrar está en el terreno de la fe, y nada tiene que ver con lo que hizo Einstein. Don Alberto siguió un camino deductivo, y de seguro confiaba en que el camino seguido era el correcto. Es pueril pensar que Einstein despertó un día "creyendo" que la relatividad era un hecho de la naturaleza
  4. Creer en lo que no se puede demostrar puede llevarnos a errores de juicio como el que costó más de 50,000 vidas en tiempos de la Inquisición. Creer en lo que no se puede demostrar nos lleva a errores como el de las sectas que "creyeron" que la salvación vendría de un ovni o de un asteroide o de un cometa.
Por ello es que muchas veces se compara la "creencia" en extraterrestres y en naves espaciales o extradimensionales rondando nuestra roca (como explicación al fenómeno OVNI), con una religión. Porque para las religiones la creencia en dios es un acto de fe, resultado inequívoco de un adoctrinamiento.


Imagen: Don Alberto, el científico PEOR citado de la historia.

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