domingo, 21 de marzo de 2010

Celebración del Equinoccio en Teohtihuacán, México

Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ése es su arte.


Doménico Cieri Estrada



La gente con una inclinación mística suele creer que en ciertos momentos de la órbita de la Tierra alrededor del Sol tienen significados que están más allá del desagradeble acné mental (como solía decir Mario Vargas, célebre locutor de radio de la década de 1970).


Y uno de esos momentos es el que representa el paso aparente del Sol en perpendicular sobre el Ecuador terrestre. Lo que se conoce como equinoccio. El equinoccio que correspondió a esta fecha es el de primavera para el hemisferio Norte, y de otoño para el hemisferio Sur.


Yo no sé que carajos tenga de especial este momento astronómico. Digo, aparte de la curiosidad del ángulo recto. Pero mucha gente cree que en ese momento uno se "carga de energía". De cualquier forma, acepté compartir esta celebración de perpendicularidad con algunos de mis amigos que tienen ese tipo de creeencias. Y eso no provoca ningún tipo de prurito en mis convicciones.


Más bien lo que provoca es un análisis conductual (ay sí, como si fueras sicólogo) de tal comportamiento grupal. Para ello pretendo mostrar evidencias de ese comportamiento grupal:


Los seres humanos se congregan para visitar las ruinas de civilizaciones extintas hace ya varios siglos. Se dice que en estas ruinas hay "algo" especial y digno de ser tomado en cuenta cada vez que el sol hace una perpendicular con el ecuador terrestre. Se supone que al ascender a una pirámide, se adquirirá algo así como una "recarga" de potencia, de energía, de una especie de sustancia energética especial universal, cósmica, mística y espiritual que, de alguna forma oculta para el conocimiento de la ciencia, activa nuestro cuerpo.


Y yo me pregunto: ¿No sería mejor esperar los rayos del sol cuando se encuentran en forma perpendicular con el punto específico de esas ruinas? Digo, sólo por celebrar la perpendicularidad y aprovechar el máximo que el solo nos podría dar (aparte de la obvia radiación electromagnética en el intervalo visible de frecuencias).


Las ruinas a que me refiero son las de Teotihuacán. Y las fechas en que los rayos del sol caerían en forma vertical sobre este punto específico de la Tierra serían el 4 de junio y el 3 de julio (después de haber llegado el Sol al trópico de Cáncer el 19 de junio), a eso de las 11:30 hora local, si mis cálculos cosmológicos no me fallan.


Pero que los rayos del Sol NO lleguen en forma vertical en esta fecha no fue obstáculo, como decía, para convivr con mis anaranjados amigos en las ruinas de Teotihuacán, aproximando la fecha y hora de nuestro encuentro con al hora en la que este equinoccio sucedería (el 20 de marzo alrededor de las 11:32 hora local).


Así que, mis estimados lectores, comparto las siguientes imágenes que atestiguan mi paso por las pirámides de Teotuhuacán, México, en esta mística fecha. No para "cargarme de energía" (porque finalmente invertí bastante energía en subir a las principales pirámides de este complejo arqueológico, y créanme, no la recuperé sino hasta haber comido un buen pozole acompañado de un par de Coronas, y haber dormido unas 10 horas), sino para convivir con mis entrañables amigos de la juventud.


Al pie de la Pirámide del Sol

Al pie de la Pirámide de la Luna


8 comentarios:

Maik Civeira dijo...

Supongo que este fervor esotérico se debe en parte al descubrimiento de que en ciertas zonas arqueológicas mayas (Chichén-Itzá, Dzibilchaltún) sí ocurren fenómens impresionantes el día del equinoccio, en específicio, juegos de luz y de sombras muy locochones. Este día empieza la primavera y para una civilización agrícola como los mayas era un evento sumamente importante y no es de extrañar que le dieran un significado religioso. Como para muchos todas las civilizaciones antiguas eran más o menos lo mismo, da igual si es Chichén-Itzá, dobde se ve bajar a Kukulkán, o Teotihuacan, donde pasa nada de nada. Saludos

Siesp... dijo...

Aú recuerdo de mi viaje a México la impresión que me produjo subir a las pirámides de Teotihuacán. Lo mismo que Palenque y la selva de Chiapas, y lo mismo que Chichén Itzá. Historia viva de un precioso país. A ver si un año de estos repito viaje.
Saludos.

Pablogger dijo...

Gracias Ego y Siesp por sus amables comentarios.

En efecto, el equinoccio marcaba de forma astronómica el inicio de la primavera para el hemisferio Norte, lo cuaql debía saberse para el inicio de actividades de agricultura. Eso por sí mismo, otorga una importancia bien clara paraq el evento.

Aunque las variaciones estacionales podrían hacer que el evento astronómico no tuviese una implicaciòn puntual y unívoca sobre el cambio de invierno a primavera (o de verano a otoño en el hemisferio sur).

Saludos

KC

Seoane dijo...

Hola KC!!! Dices "...Y las fechas en que los rayos del sol caerían en forma vertical sobre este punto específico de la Tierra serían el 4 de junio y el 3 de julio..."

No sé si el error es tuyo o mío pero el cenit en Teotihuacan es alrededor de 17 de mayo y el 27 de julio (igual que en la Cd.de México).

Saludos!!!

Pablogger dijo...

Hola Seoane.

Tienes razón en decir que las fechas son muy similares para la Cd. de México que para Teotihuacan.

Yo realicé el calculo considerando que en la cuarta parte de 365.25 días, a partir del 20 de marzo, se tiene el sol en el cenit en el trópico de cáncer, a 23° 27' 17", por lo que recorrería 0.25693 grados por día. La pirámide del Sol está a 19° 41' 32" Latitud Norte.

Revisa tus cálculos.

Saludos

KC

Seoane dijo...

Hola KC!!!
Muchas gracias por tu respuesta!!!

Te dejo este link http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/104/10411360011.pdf en el que Salvador Galindo y Jaime Klapp publican en el 2009 un artículo titulado "Arequeoastronomía y la traza Urban" de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Todo el artículo es muy interesante. En la página 7 podrás observar, en la Tabla 1, los pasos cenitales en la Ciudad de México que está a 19° 26'' (a 15'' de Teotihuacan). Las fechas son 17 de mayo y 25 de julio.

En este otro enlace http://www.fomento.es/NR/rdonlyres/9B9CED9A-D63A-4634-8D0F-550EE7A81EAC/25346/galindo2006.pdf del Dr. (en astrofísica) Jesús Galindo Trejo del Instituto de Astronomía de la UNAM y que se publicó en el 2006 en el Anuario Astronómico del Observatorio de Madrid, dice en la página 10/11 que el cenit sucede en Tenochtitlan (Cd. de México) el 17 de mayo y el 26 de julio.

El día del cenit en la Cd. de México (Tenochtitlan 19° 26') es casi al mismo tiempo que en Teotihuacan (19° 41'). Por ello es que difiero en los datos que están escritos en tu artículo.

Gracias por tu atención!!!

Pablogger dijo...

Hola de nuevo Seoane.

Que coincidencia que el primer artículo que mencionas sea de la autoría de dos excompañeros de trabajo a quienes traté personalmente durante mi trayectoria por el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares.

No obstante que podría confiar en los datos reportados, mis cálculos me arrojan resultados muy diferentes. No sé si estoy omitiendo alguna no linearidad en mi planteamiento, pero por mucho que mi aproximación considere una órbita circular de la Tierra alrededor del Sol (y no elíptica como realmente es), no creo que el error sea tan apreciable como para que la diferencia sea de más de más de 15 días.

Aquí la liga de mis resultados con incrementos diarios:
http://documentosdeahuramazdah.wordpress.com/2010/03/28/tabla-de-fechas-y-latitudes/

Yo pienso que deberé consultar tanto con Salvador como con Jaime la razón de la discrepancia.

Saludos

KC

Seoane dijo...

Hola KC!!!
Es una casualidad que conozcas a Salvador Galindo y a Kaime Klapp, autores del artículo "Arqueoastronomía y la Traza Urbana en Teotihuacán". Ya consultarás con ellos la discrepancia entre tus cálculos y la de ellos.

La astronomía es mi materia favorita. He leído a Aveni, Johanna Broda, Jesús Galindo Trejo y a otros en sus artículos de arqueoastronomía que son
mucho muy interesantes.

Yo también creo, como tú, que si la gente quisiera cargarse de energía, el día adecuado sería en los pasos cenitales e ir vestida de negro (no de blanco ni de cualquier otro color) para "absorber" toda la energía del Sol (en lo personal, no creo en nada de esto).

Para los mesoamericanos era impotante el paso del Sol por el cenit y así lo demuestran en algunos sitios arqueológicos como Xochixalco, Teotihuacan y Monte Alban. El siguiente enlace te llevará a un artículo titulado "Arqueoastronomía y desarrollo de las ciencias en el México prehispánico" que pertenece al libro "Historia de la astronomía en México". Está bastante bien explicado algunas cuestiones arqueoastronómicas de nuestros ancestros mesoamericanos: http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/04/html/sec_7.html

Aquí te dejo otros dos links en los que se describe cómo es el cálculo para conocer la latitud y la declinación solar, e incluso, ya traen las tablas correspondientes.

http://www.monografias.com/trabajos-pdf2/diferencia-sombras-calculo-latitud-terrestre/diferencia-sombras-calculo-latitud-terrestre.pdf

http://sudandolagotagorda.blogspot.com/2009_09_01_archive.html

Gracias por tu atención y regesaré para leer tus comentarios al respecto y conocer lo que Salvador Galindo y Jaime Klapp opinaron sobre tu consulta.

Saludos!!!

Recientes ciudadanos de Higadolandia