viernes, 21 de diciembre de 2012

Ya llegó y no pasa nada

La muerte como final de tiempo que se vive sólo puede causar pavor a quien no sabe llenar el tiempo que le es dado a vivir.


Viktor Frankl




Pues ya es la fecha tan esperada. 21 de diciembre de 2012, y todo como si nada. Es decir, no hay señales de desastres de magnitud mundial, ni visita de extraterrestres, ni cambios dimensionales, ni sincronizaciones galácticas, ni nada de eso. En última instancia, como decía un amigo, el día de hoy el mundo se acabará para unas 150,000 personas en el mundo, pues es el número promedio de muertes al día que estadísticamente suceden en el mundo en esta época.


Así que el día transcurre como si nada la cosa. Ya sabemos que a la hora de publicación de esta entrada ya es 22 de diciembre al Oeste de la línea internacional de cambio de fecha. Para los que viven en esas islas del Pacífico, el día del "fin del mundo" terminó. A este respecto, debo decir que la ventana titulada "21 de diciembre de 2012" en realidad dura 48 horas, pues incluye desde el primer minuto del día al Oeste de esta línea internacional hasta el último minuto de la misma fecha al Este de ella. Seguro que este dato es quizás pasado por alto por la mayoría los conspiranoicos de siempre. Mucha gente piensa que la fecha en este planeta es "universal", siendo que en realidad depende de la ubicación geográfica y de las convenciones internacionales (indudablemente arbitrarias, pero convenientes) que indican los sitios donde la fecha cambia.


Ya vimos en la entrada anterior como hay gente que se indigna porque uno dice "NO PASA NADA". Pero es que esto es lo que esperábamos quienes no nos dejamos llevar por estas creencias que no tienen fundamento real. Estas personas que gustan de creerse cualquier tontería podrán decir que han leído textos antiguos y modernos, podrán decir que las noticias son alarmantes, que existe el HAARP, el Sura y el LHC que ponen en riesgo al planeta. Incluso podrán decir que la humanidad es ciega ante estos cambios. Pero la verdad es que nada de lo que suceda hoy será tan diferente de lo que ha sucedido ayer y antier, o para el caso, de lo que ha sucedido siempre.


No hay motivo de alarma, pero tampoco de ultra-regocijo como mucha gente también pregona. Ni es el fin del mundo ni es el cambio automático al modo "amoroso-a-lo-pendejo". Como lo dije antes No siento ni más, ni menos amor que ayer. No tengo ganas de salir y abrazar estúpidamente a la bola de zánganos nuevoereros, ni a sus primas, tías, sobrinas o hermanas por muy buenas que estén.


Prometo que mañana escribiré otra entrada para hacer un resumen de las tonterías que hasta hoy se publicaron con relación a esta fecha, tanto de quienes vaticinaban desastres, como de quienes vaticinaban "ultra-love", y sobre todo de las explicaciones mamertas que de seguro saldrán, justificando la falta de cumplimento de profecías y otras linduras conspiranoicas.




Crédito de la hermosa imagen de entrada: Stéphane Guisard con apoyo de @iaunam y @INAH_mx.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero no faltaran los que inventen otras fechas apocalipticas y sigan propagando miedos irracionales en base a supuestas informaciones "canalizadas" por espiritus o extraterrestres.

Pablogger dijo...

Pues sí, tienes razón. Sin embargo no serán tan "bonitas" como ésta, desde el punto de vista numerológico.

Saludos

KC

Recientes ciudadanos de Higadolandia