Poco podían saber los profesores de geología de la Universidad Bucknell Craig Kochel y Jeffrey Trop, mientras estaban trabajando en Alaska, que pronto habrían de predecir una de las más importantes observaciones planetarias que jamás se ha hecho.
El par de investigadores se encontraba en Alaska en un viaje de ocho días en julio de 2006, estudiando características geológicas y los procesos que las crean. A medida que estudiaron las fotografías tomadas de los alrededores, algunas características capturaron la atención de Kochel. Él pensó que eran extrañamente familiares, y luego se dio cuenta de que le recordaba las imágenes que había visto cuando trabajaba en las misiones Viking a Marte en la década de 1970.
Kochel y Trop caminaron para que las fotografías fuesen tomadas con vistas a un glaciar. Enfocando hacia unas formaciones triangulares de tierra llamadas "fans" sellaron el acuerdo: Observaron que eran sorprendentemente similares a fotografías tomadas en Marte.
Misterio resuelto
Aunque generalmente los geólogos pueden decir lo que configura el paisaje que nos rodea, constituyó un misterio las características casi marcianas encontradas en Alaska.
Las condiciones en Marte son bastante diferentes a cualquier cosa experimentada en la Tierra. Por ejemplo, Marte es mucho más frío que incluso el Ártico - la media de temperatura marciana es -81 grados F (-63 grados C) - y la presión atmosférica del planeta es inferior a la de la Tierra. Sin embargo, para las mismas características presentes tanto en la Tierra como en Marte, los dos profesores sospecharon de procesos similares que las han causado.
Tenían poco más de una semana en Alaska para descubrir lo que creó los glaciares y los "fans".
Durante este tiempo se las arreglaron para ver una cantidad impresionante de 289 eventos, entre ellos caídas de rocas e inundaciones. La mayor parte de estos eventos fueron la nieve y las avalanchas de hielo. La frecuencia de estas avalanchas sorprende a los científicos, quienes razonaron que el cambio climático es la causa más probable. Como la temperatura aumenta, los glaciares retroceden y crean grandes áreas donde el hielo se ha separado. El material puede caer en estas grietas y dar lugar a aludes. Esto estaba creando las características vistas en Alaska, y tal vez lo mismo había ocurrido en Marte.
Ejemplo sorprendente de predicción
Conscientes de la importancia de este descubrimiento, Kochel y Trop presentaron sus conclusiones en la reunión sobre ciencia lunar y planetaria de la NASA. Sus comparaciones se basaron en fotografías más antiguas de Marte, pero la cámara HiRISE a bordo del orbitador Mars Reconnaissance de la NASA estaba enviando nuevas imágenes que confirmaron la idea de aludes en Marte.
Trop y Kochel explicaron que con un poco de suerte y una buena oportunidad, sería posible obtener de fotografías de aludes marcianos.
Sorprendentemente, poco después el vehículo orbital envío las imágenes de un flujo de avalanchas de hielo en acción en Marte. Trozos de hielo, polvo y posiblemente rocas se estrellaron en la parte baja desde las zonas escarpadas altas, enviando nubes de material fino hacia arriba. La nube fue de aproximadamente 590 pies (180 metros) de ancho. La causa exacta de la avalancha no se conoce con certeza, pero puede ser debido a que el sol ha calentado las capas de hielo.
Esta fue la primera vez que un alud se ha observado en otro mundo, y fue la perfecta confirmación de las ideas de Kochel y Trop.
Valiosas investigaciones
Estudios como este nos ayudan a comprender los cambios que se producen durante los períodos de variación climática. También muestran que, aunque los planetas como la Tierra y Marte son lugares muy diferentes, en muchas formas pueden ser sorprendentemente similares.
Los detalles de este documento también serán de interés para astrobiólogos. La búsqueda de agua en otros mundos se piensa que es un paso clave hacia la búsqueda de la vida, y entender cómo funciona el ciclo del agua que tiene lugar en Marte ayudará a los científicos a hacer predicciones más precisas. Empatando el agua con un mundo dinámico que experimenta cambios en su paisaje, Marte se ve aún más prometedor para la vida.
El trabajo de investigación de Kochel y Trop se publicó en el número de Julio de la revista Icarus.
Por Lee Pullen
Astrobiology Magazine
Traducción KC
Desde Space.com
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